Defensoría advierte precaria situación de niños en Quibdó
El Defensor alertó sobre la situación que viven los habitantes de 29 barrios del norte de la ciudad ya que de los 115.000 habitantes de la ciudad, en esta zona se ubican alrededor de 37.000 personas, de las cuales el 90 por ciento ha sido víctima de desplazamiento.
“Se les trajo por seis meses y llevan cerca de 13 años en unas condiciones muy difíciles, porque no cuentan con acceso a los mínimos básicos, ni servicio de agua potable, ni salud, ni educación”, indicó Otálora quien agregó que la situación no tiene justificación.
Tratamiento de agua
El tratamiento del agua en esta ciudad también llamó la atención del Defensor quien indicó que los ciudadanos han tenido que improvisar sistemas de almacenamiento y aprovisionamiento artesanal de agua a través de baldes que simulan tanques, en los que se recoge el agua lluvia, que es utilizada para la preparación de alimentos, sin que haya un proceso de tratamiento o de limpieza y mantenimiento de los tanques y del liquido.
“Este es un riesgo de salud, sobre todo de los niños, quienes, representan la mayor parte de la población, ya que en cada hogar se registran entre tres y cuatro menores de edad, incluso en el informe ‘Crisis Humanitaria en Chocó de la Defensoría del Pueblo’, en ese departamento el 40,8% de la población es menor de 15 años y el 14,2 % es menor de cinco años de edad, es decir es la región de Colombia donde se presenta la mayor proporción de niños y niñas”, indicó Otálora.
Entre las soluciones planteadas por Otálora esta la de “establecer programas de bienestar familiar duraderos y constantes, que no sean de manera coyuntural. Hay unos trabajos que tiene el Icbf por realizar, como por ejemplo que los jardines comunitarios cuenten con el paquete alimentario”, afirmó el funcionario
Entre las quejas recibidas, la Defensoría indicó el incremento de la violencia y la instrumentalización de niñas, niños y adolescentes para la comisión de delitos. “Preocupa que a través de regalos, engaños y manipulación, se está induciendo a los menores de edad a participar en el conflicto, incluso hay sectores que se está tan estigmatizado, pues el servicio en las noches ningún taxista quiere venir y eso dificulta tambien el acceso a las salas de emergencias”.
Dificultades escolares
Otálora también visitó un colegio ubicado en la zona alta de la capital chocoana, en donde los alumnos del grado sexto reciben clase a la intemperie debido a los fuertes olores de los salones abandonados.
Además del deterioro en la estructura del centro educativo, hay carencias de recursos para adelantar las clases, a lo que se han sumado los robos de las herramientas técnicas y tecnológicas de los estudiantes.
“Los niños no reciben sus lecciones de manera adecuada y a pesar de las difíciles condiciones climáticas, estudian en el patio de la misma institución, en el salón de sistemas solo hay tomas para los equipos, pero no hay posibilidad de dictar clases y los niños más pequeños podrían caer de más de tres metros, debido a que fueron arrancadas las barandas de la escalera que conduce al segundo piso del centro educativo”, indicó el defensor.
El funcionario agregó que las directivas de la institución, se quejaron por el hurto de cableado, por lo que en la tarde no hay energía eléctrica para que los alumnos que deben reponer clases o materias lo hagan.
Finalmente, Otálora les advirtió que transmitirá las inquietudes a las autoridades nacionales el próximo jueves en una audiencia que se realizará en Quibdó.