El General Mendieta tendrá un cara a cara con las Farc
Ya no como el policía sometido al cautiverio y a las caminadas de 12 horas, sino como un hombre libre que le expondrá a los jefes de la guerrilla lo que vivió desde el primero de noviembre 1998 hasta el 13 de junio de 2010 cuando fue rescatado. Un hecho sui generis dentro de la historia del conflicto armado del país si se recuerda que Mendieta estuvo dentro de la lista de "canjeables", con que las Farc pretendían el regreso al monte de guerrilleros presos y condenados en las cárceles.
Y es que desde que Gobierno y Farc acordaron que 60 afectados por las hostilidades viajarían a La Habana, el general (r) Mendieta criticó que en la eventual selección no se tuviera en cuenta a militares y policías que padecieron torturas y otras infracciones al Derecho Internacional Humanitario.
Las mismas Farc pusieron un palo en la rueda para que Mendieta llegara a La Habana. El día del inicio del Foro Nacional de Víctimas, el 3 de agosto, esa guerrilla aseguró que no vetaban la inclusión de uniformados siempre y cuando fueran escuchados los subversivos condenados y detenidos.
Y desde allí, de la mano de Mendieta, surgió la necesidad de que el movimiento de víctimas de las Farc se organizara y lograra una visibilidad mientras las partes discuten el quinto punto del acuerdo general.
Mendieta dijo en su momento que de llegar a Cuba les exigiría a las Farc aclarar el paradero de 120 policías que "cayeron en manos de esa guerrilla y de los que hoy nada se sabe".
Infracción al DIH
Otro hecho que sobresale con la intervención del general (r) Mendieta en la mesa de diálogos, es que se reconoce que los uniformados que estuvieron tantos años en poder de las Farc, sí son víctimas del conflicto armado. Así lo entiende Jairo Delgado, general (r) de la Policía y director de análisis del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga.
A pesar de que Mendieta era un integrante de la Fuerza Pública y cayó en poder del bando contrario en una acción militar, "durante su secuestro tuvo un trato que no correspondía a las normas del DIH, que hablan de cómo debe tratarse un prisionero", dijo Delgado.
"Eso quiere decir que se está reconociendo que en Colombia no hubo prisioneros de guerra sino secuestrados. Eso muestra la realidad de que la confrontación interna tuvo unas características de degradación que se están reconociendo", explicó Delgado.
Aclaró que las Farc —con la inclusión de Mendieta en la lista de víctimas— le exigirán al Gobierno que guerrilleros presos también sean seleccionados para intervenir en la mesa de diálogos.
Dentro del tercer grupo de víctimas que ayer llegaron a Cuba, 12 en total, también están Alan Jara, gobernador del Meta y exsecuestrado por las Farc; la excandidata Aída Avella, víctima de los paramilitares, y Camilo Umaña Hernández, hijo del asesinado abogado Eduardo Umaña Mendoza, entre otros.
Víctimas colectivas
En medio de la discusión sobre el quinto punto de la agenda de conversaciones de paz que habla sobre los Derechos Integrales de las Víctimas para la Paz y la Reconciliación Nacional, las Farc presentaron ayer su propuesta sobre el tema de "Reconocimiento a las víctimas colectivas", que es el tercero de este punto.
La propuesta contempla cinco puntos, cada uno dedicado a un tipo de organización civil que pueda haberse visto afectado por el conflicto. Del primer punto hacen parte organizaciones políticas como el Movimiento Gaitanista, la Unión Nacional de Oposición, el Frente Democrático, el Partido Comunista Colombiano, el movimiento "¡A Luchar!" y al Frente Popular.
Al segundo pertenecen los sindicatos; en el tercero incluyen grupos de origen campesino, indígena y afrocolombiano. En el cuarto figuran grupos defensores de Derechos Humanos y, quinto, las organizaciones de mujeres afectadas por la defensa de sus derechos.