Comunidad internacional pide a Corea del Norte “no jugar con fuego”
La portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos, Caitlin Hayden, respondió a Corea del Norte que “se toma en serio” las palabras de Kim Jong-un y le pide “no jugar con fuego”.
La Administración estadounidenses reiteró que la “retórica belicista” de Corea del Norte “solo profundizará el aislamiento” de ese país y que su objetivo es resolver las tensiones actuales “de manera pacífica”.
“El camino de la paz para los norcoreanos es claro”, dijo Josh Earnest, portavoz adjunto de la Casa Blanca, al subrayar que Corea del Norte debe poner fin a su programa nuclear, cumplir con sus obligaciones internacionales y detener su “retórica belicista”.
En la misma línea se pronunció la Unión Europea, que instó a la calma tras el anuncio norcoreano, en especial para evitar que la tensión se dispare en un momento en que se desarrollan maniobras militares en la península de Corea.
Alemania exigió a Pyongyang que deje de “jugar con fuego”: “El irresponsable juego de Corea del Norte con el fuego tiene que acabar”, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, en una columna en el diario alemán ‘Bild’.
El Reino Unido advirtió a Corea del Norte de que sus advertencias “amenazadoras” tan solo lograrán un “mayor aislamiento”, mientras que el ministerio francés de Asuntos Exteriores expresó su “preocupación” y pidió al régimen de Pyongyang que se abstenga de “toda nueva provocación”.
Francia pidió igualmente a Corea del Norte “cumplir sus obligaciones internacionales, principalmente en el marco de las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas, y retomar rápidamente el camino del diálogo”.
La guerra entre las dos coreas
Agencias
Corea del Norte también declaró “finalizado” el “estado de la península coreana en el que no hay paz ni guerra”, en referencia a la situación entre Norte y Sur desde la Guerra de Corea (1950-1953), concluida con un armisticio que, al no haber sido reemplazado por un tratado de paz, sitúa a ambos lados como enemigos técnicos.
El problema comenzó en 1945, cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial. La península de Corea había permanecido ocupada por Japón desde 1910, pero tras la rendición incondicional del país nipón, Estados Unidos dividió la península por el Paralelo 38, el norte del cual quedó ocupado por tropas de la Unión Soviética y el sur, por tropas estadounidenses.
El paralelo se convirtió en una frontera política entre ambas Coreas y las tensiones entre las tropas crecieron, lo que degeneró en una guerra abierta cuando Corea del Norte invadió Corea del Sur el 25 de junio de 1950, en lo que suponía el primer conflicto armado serio de la Guerra Fría.
Una rápida contraofensiva de la ONU devolvió a los norcoreanos más allá del Paralelo 38, casi hasta el río Yalu, y entonces entró en el conflicto la República Popular China del lado del Norte. Los chinos lanzaron una ofensiva que forzó a las ONU a volver al otro lado del Paralelo 38, para lo que Unión Soviética ayudó con material militar a los ejércitos chino y norcoreano.
Finalmente, en 1953 la guerra cesó con un armisticio que restauró la frontera entre las Coreas cerca del Paralelo 38 y creó la Zona desmilitarizada de Corea, una franja de 4 km de anchura entre ambos países, pero la tensión nunca terminó.