Vislumbran recuperación en España y Portugal
Tras dos años de profundas reformas en diferentes sectores sociales, España y Portugal muestran ahora un cambio de ciclo económico al dar señales positivas como ligera baja de la tasa de desempleo y recuperación gradual de confianza en el mercado, lo que significa la salida de larga recesión y una luz hacia la recuperación.
Los expertos de la Troika (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional), visitaron este mes los dos países para evaluar la situación de los programas de ayuda.
Concluyeron que España no necesita más ayudas, tras utilizar 41.300 millones de euros (53.640 mdd) para recapitalizar y reestructurar su sector bancario, de los 100.000 millones que tenía a su disposición en la línea de crédito concedida por sus socios comunitarios en julio de 2012.
Así, en enero de 2014 terminará el rescate al sector financiero cuando vence el acuerdo pertinente, aunque se considera que este sector español es aún frágil.
El pasado miércoles 4 de diciembre la agencia internacional de calificación Moody's se unía a las otras agencias Fitch y Standard & Poor's para revisar la perspectiva de la deuda soberana española de negativa a estable con casi las mismas justificaciones de la consolidación fiscal y las significativas reformas realizadas por el gobierno en el mercado laboral, en el sistema de pensiones y en el sector financiero.
Con una prima de riesgo en torno a los 240 puntos, previsiblemente permitirá ahorrar al gobierno cerca de 5.000 millones de euros (6.500 mdd) en el 2013.
La economía de España creció 0,1 por ciento en el tercer trimestre de este año tras nueve trimestres de contracción según el Banco de España, y se espera un crecimiento de un 0,2 por ciento en el cuarto trimestre.
El índice del desempleo bajó en el mes de noviembre por primera vez desde 1989 y deja el dato del paro en 4 millones 808.908 personas, en tanto que el número total de afiliados se situó en 16 millones 293.543 trabajadores, con la tasa general de desempleo de 26,7 por ciento.
En tanto, conforme a datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de Portugal, de julio a septiembre, el PIB del país creció 0,2 por ciento, un nuevo progreso económico luego de que la recesión fuera superada con el crecimiento entre abril y junio, cuando por primera vez tuvo un crecimiento del 1,1 por ciento, después de diez meses seguidos de contracción económica, cifra que sorprendió también a todo el mundo por ser el mayor de los países de la Unión Europea (UE).
Al mismo tiempo, Portugal mostró en octubre pasado una reducción en la tasa de desempleo por séptimo mes consecutivo, al situarla en 15,7 por ciento de la población económicamente activa (5,5 millones), según la Eurostat.
Analistas consideran que Portugal podría poner fin al acuerdo de rescate internacional en abril de 2014 cuando solicitará una línea de crédito preventivo menos duro.
Los resultados de las reformas realizadas en Portugal han posibilitado una progresiva reducción de su déficit público hacia el objetivo del 3 por ciento del PIB en el 2014 (a finales del 2012 ya estaba en 6,4 por ciento de su PIB, y el compromiso es terminar el 2013 con una tasa del 5,5 por ciento).
CONTINUARÁN LAS POLÍTICAS FISCALES CONTYRACTIVAS
De hecho, ambas economías (España y Portugal) están pasando por su más larga y profunda recesión económica en su historia reciente.
Sin embargo, el grado de deterioro de las cuentas públicas ha sido dispar en ambos países, y ello ha determinado el tipo de rescate que la Troika ha realizado sobre sus economías y, en consecuencia, las posibilidades para reactivar de forma intensa los motores de sus economías, señala el profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Daniel Gayo.
Lo que actualmente tienen en común la economía portuguesa y la española es que están aplicando severas políticas fiscales contractivas (de reducción del gasto público y de subida de impuestos) que, junto a la no reapertura fluida del crédito a las familias y Pymes, puede frenar el consumo interno y las inversiones empresariales.
Por ello, ante esta circunstancia, las dos economías coinciden en depender en el corto plazo de la demanda externa -esto es, de las exportaciones y del turismo- para consolidar su crecimiento.
Los presupuestos españoles muestran unas cuentas en las que las pensiones, el desempleo y los intereses de la deuda consumen la mitad de los recursos y que suponen un nuevo corte a la inversión.
Mientras que los presupuestos para 2014 de Portugal sufre profundos recortes del gasto público por conseguir un ahorro en las cuentas públicas de 3.900 millones de euros.
PERSPECTIVA DE 2014
Hay señales económicas negativas que hacen que la mayoría de analistas sean cautos respecto a la consolidación de la recuperación económica portuguesa: sus significativas dificultades de financiación exterior; la continuada aplicación de una intensa política fiscal restrictiva (focalizada en la reducción del gasto público) que contrae la demanda interna.
Además, por la persistencia de una elevada tasa de paro respecto a sus niveles históricos (situada en julio en un 16,5 por ciento en total, y un 37,4 por ciento en los menores de 25 años).
Por su parte, todavía hay importantes puntos débiles que pueden frenar la reactivación de la economía española: el mantenimiento del cierre del crédito a la mayoría de las familias y las pequeñas y medianas empresas (pymes); la falta de control del déficit público en su necesaria gradual reducción; el crecimiento continuo del volumen de deuda pública.
Asimismo, la persistencia en la destrucción neta de empleo que mantiene la tasa de paro en niveles alarmantes (en julio, en un 26,3 por ciento de la población activa, y un 56,1 por ciento en los menores de 25 años) que contrae el consumo privado y dificulta la consolidación presupuestaria prevista; y, finalmente, la reducción generalizada del gasto en inversión directa en todos los sectores económicos.
Se revela que la deuda pública bordará el 100 por ciento del PIB en 2014, el mayor nivel desde 1909, el triple que antes de la crisis.
Por ello, en ambas economías las claves para consolidar su cambio de ciclo hacia un sostenido crecimiento económico reside en su ámbito interno: tanto en el acierto de los estímulos que se den a sus agentes económicos privados (empresas y familias), de disminución de cotizaciones sociales, de reducción selectiva de impuestos indirectos sobre el consumo y sobre la renta a las familias de menor ingreso, de racionalización y mayor eficiencia del gasto público.
De financiación pública de programas de I+D+i, entre otros; como en los plazos de cierre de ambos programas de rescate (en enero en España, y para mediados del 2014 en Portugal), que permita salirse del club de países necesitados de ayuda financiera, obtener financiación en los mercados a costes razonablemente bajos, y recuperar la plena autonomía en la toma de decisiones de política económica.
De acuerdo con Ahorro Corporación, uno de los principales grupos de servicios de inversión de España, en 2014, la bolsa española se podría revalorizar alrededor del 20 por ciento acabando en el entorno de 12.000 puntos, al tiempo que ha cifrado el aumento del PIB en el 1 por ciento, teniendo en cuenta una revisión al alza del 13,6 por ciento de los beneficios empresariales de las compañías del Ibex 35. Además, se produciría con el descenso de la prima de riesgo hasta 150 puntos básicos.
No obstante, según analistas, el grado de acierto de las próximas decisiones de ambos gobiernos será la llave para que el año 2014 sea el de salida sostenida de la crisis económica en Portugal y España.