Otorgan a la escritora mexicana Elena Poniatowska el Premio Cervantes
El Cervantes se otorga "a una Sancho Panza femenina", que "no puede hablar de molinos porque ya no los hay y en cambio lo hace de los andariegos comunes y corrientes que cargan su bolsa del mandado, su pico o su pala, duermen a la buena ventura y confían en una cronista impulsiva que retiene lo que le cuentan", dijo Poniatowska, de 82 años, tras recibir el premio Cervantes.
Vestida con el traje indígena rojo y amarillo, regalo de unas mujeres de Juchitán (en el estado de Oaxaca), la escritora hizo una encendida defensa de los pobres, de las mujeres, de los migrantes que buscan un mundo mejor, que constituyen una preocupación constante para ella, que refleja en su obra.
La obra de Poniatowska es una defensa de "la igualdad como requisito esencial del desarrollo social y humano, la educación como derecho universal y la trascendental relevancia de la mujer en las nuevas realidades sociales", remachó el rey Juan Carlos de España tras entregarle el galardón.
"El poder financiero manda no sólo en México sino en el mundo. Los que lo resisten, montados en Rocinante y seguidos por Sancho Panza son cada vez menos. Me enorgullece caminar al lado de los ilusos, los destartalados, los candorosos", aseguró la escritora.
La autora de "La noche de Tlatelolco" o "Hasta no verte, Jesús mío" recordó como, el pueblo de a pie fue el que le descubrió "este enorme país temible y secreto llamado México" cuando llegó de Francia con su familia cuando era una niña.
"Los que me dieron la llave para abrir a México fueron los mexicanos que andan por la calle", aseguró Poniatowska, que ha sido la cuarta mujer en recibir el Cervantes, tras María Zambrano, Dulce María Loynaz y Ana María Matute.
Poniatowska, que donará los 125.000 euros del premio a una fundación para promover la cultura en México, recibió el galardón en una ceremonia en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, cuna de Miguel de Cervantes.