La corrupción, tema de último debate entre Neves y Rousseff por la presidencia
El tema dominante en el debate fue la corrupción en el país, con Neves atacando a los gobiernos del PT por diversos escándalos, a lo que Rousseff reaccionó recordando varias denuncias ocurridas en los gobiernos del PSDB que fueron encajonadas y permanecen sin investigación.
El programa tuvo el tono que atravesó la campaña para la segunda vuelta, en la cual los ataques y acusaciones dejaron en segundo plano las propuestas de gobierno de los candidatos.
Neves comenzó el programa cuestionando a la presidenta sobre lo publicado este viernes por la revista Veja, que acusó a Rousseff y al expresidente Luiz Inácio Lula Silva de saber sobre un esquema de corrupción en la petrolera estatal Petrobras y no hacer nada al respecto. Leer nota.
Las acusaciones están basadas en la declaración premiada de un operador de negocios ilícitos en el medio político, preso por segunda vez, que no presentó pruebas que avalen sus dichos.
La mandataria respondió que se trataba de calumnias, y contraatacó afirmando que Veja, una revista reconocidamente opositora a los gobiernos del PT, intenta en todas las elecciones dar un "golpe" en la recta final para favorecer a los candidatos de la oposición.
Rousseff adelantó también que procesará a la revista por la tentativa de asociarla a irregularidades en Petrobras.
Neves criticó, como en ocasiones anteriores, la política económica del gobierno, apuntando sobre todo a lo que calificó de "inflación descontrolada", y aseguró que en un eventual gobierno suyo Brasil retomaría el crecimiento sin afectar las políticas sociales.
La presidenta cuestionó a su oponente sobre la crisis hídrica en Sao Paulo, estado gobernado por el PSDB, que sufre con la falta de agua potable hace varios meses, y apuntó a la falta de planificación del gobierno estadual.
El candidato socialdemócrata volvió a insistir en el tema de la corrupción, preguntando a Rousseff sobre su opinión con relación al caso Mensalao, un esquema de votos en el Congreso, por el cual fueron condenados varios dirigentes del PT.
La mandataria respondió que Neves debería primero explicar sobre el llamado Mensalao del PSDB, ocurrido a fines de la década de 1990 precisamente en Minas Gerais, el estado del candidato opositor, que aún no terminó de ser juzgado y debido a maniobras legales fue reenviado a primera instancia.
Durante el debate, por primera vez en toda la campaña, los presidenciables respondieron a las preguntas de electores indecisos, presentes en el estudio de la Globo.
Los electores preguntaron sobre el alto costo de los alquileres, la corrupción, la situación del sistema educativo, las jubilaciones, saneamiento, combate al tráfico de drogas,
En las consideraciones finales, Roussef afirmó que los brasileños no dejarían que nada les quitase lo conquistado en los últimos años en términos de calidad de vida, empleos y salarios.
"El Brasil que nosotros queremos es el Brasil del amor, de la esperanza y de la solidaridad. El Brasil que valoriza el trabajo, que quiere crecer, mejorar de vida, y lo hace con mucha autoestima", afirmó.
A su vez, Neves recordó en sus últimas palabras a su abuelo Tancredo, el primer presidente de la República electo tras la dictadura militar, en 1985, pero quien falleciera antes de asumir el cargo.
"Prometo subir la rampa del Palacio del Planalto con la misma generosidad que el abuelo condujo el país a la democracia", señaló.
Aseguró que durante la campaña percibió que había surgido un nuevo "sentimiento de cambio" en el país y que se proponía como su representante.
La elección presidencial de este año es la más disputada en las últimas dos décadas, con una alta volatilidad en las preferencias de los electores.
Desde la primera vuelta realizada el 5 de octubre, los presidenciables permanecieron la mayor parte del tiempo empatados técnicamente en las encuestas de los principales institutos de pesquisa. Leer nota.
Sólo en los últimos sondeos, divulgados en la tarde del jueves por los institutos Datafolha e Ibope, Rousseff consiguió una ventaja superior al margen de error, de 6 y 8 puntos respectivamente.
El domingo, 142,8 millones de brasileños irán a las urnas para definir, además de presidente y vice, los gobernadores de 13 estados y del Distrito Federal entre los dos primeros colocados en la primera vuelta.