Los leones de Bucaramanga aún no vuelan a su libertad
El rugido de un león es como un bramido agudo, una especie de rumor grave que puede llegar a ser tan fuerte que se asemeja a un trueno. Cuando está enojado emite una especie de grito, con la cola golpea la tierra, encrespa la melena y muestra los colmillos, según el volumen 11 de la colección de Historia Natural. No fue suficiente, en cualquier caso, para detener al hombre, que lo sacó de África y Asia, lo puso en una jaula, lo golpeó con un látigo para hacerlo obedecer y lo usó para divertir a los amantes del circo. Para algunos investigadores, esta es la fiera más peligrosa.
Particularmente en la madrugada, los nueve leones que habitan el Centro de Atención, Valoración y Rescate de Fauna Silvestre, Cavfs, de la Cdmb, suelen comunicarse unos con otros, a veces entre todos, con sus rugidos. No saben que no hay más leones en las cercanías y quieren afirmar su territorio. Saben que están en jaulas, sí. Y saben, de alguna manera, que los golpes se han terminado. Que no habrá más hambre. Será una gran sorpresa cuando lleguen al Wild Animal Sanctuary, en Denver, Colorado, donde tendrán 290 hectáreas a su disposición. Algunos de ellos jamás han conocido la libertad.
El caso de Bumba, Bolillo, Iron, Ojiclaro, Zeus, Júnior, Easy, Shakira y Barbie fue muy controversial el año pasado y la noticia dio la vuelta al país: el Circo de África había dejado los leones en Piedecuesta, tensos por la Ley 1638 de 2013 que prohíbe en Colombia el uso de animales salvajes en su espectáculo.
Animalistas de la ciudad conminaron a las autoridades ambientales locales y a organizaciones internacionales para encontrarles un refugio, mientras la comunidad se ponía en alerta por la presencia de leones tan cerca de un centro urbano.
Primero el Área Metropolitana de Bucaramanga y luego la Cdmb, se ocuparon del caso mientras se establecía contacto con Animal Defender International, ADI, que ya había rescatado a otros 21 leones en Perú y Bolivia.
En septiembre, se anunció que los seis machos y las tres hembras estaban a un mes de probar un trozo de libertad en Denver, Colorado, pero febrero llegó y aún están durmiendo las 20 horas que acostumbran en suelos de Floridablanca. ¿Por qué?
No irán a África
Deyanira Mateus, la coordinadora del personal de la organización ADI, que tiene en custodia a los leones, llega a las 8 de la mañana y algunos ya la esperan. Si la llaman al teléfono, rugen como si quisieran participar de la conversación o atraer su atención para que les acaricie la melena con el rascador.
Animal Defender se ocupa de la manutención de los felinos que tiene en custodia. Al día comen unas siete libras de carne, en el caso de los machos. Las hembras comen cinco. La carne está en buen estado, son cabezas y otras partes de la vaca menos apetecidas por los humanos. Los animalistas se sienten tristes por las vacas, pero los leones son carnívoros. Mientras tanto, sus cuidadores son vegetarianos, no usan pieles, ni marcas de cosméticos que experimentan con animales.
Algunos vecinos, que los escuchan bramar, piensan que están enfermos o tienen hambre. Cuando estaban en el circo, corrió el rumor de que eran alimentados con cachorros vivos, lo que no es considerado un exabrupto por los defensores de los animales de Bucaramanga y su área, unos de los más activos del país, según ratifica Animal Defender. Animalistas en México registraron en video a una mujer que vendía un perro robado a un circo.
Es difícil no conmoverse. Philip Astley inauguró el circo como se conoció hasta hace poco, en Londres, Inglaterra, en 1768. Ya se presentaban caballos y elefantes. A medida que su popularidad creció y grandes sumas de dinero entraron en juego, el tráfico aumentó. Fueron cazados particularmente en Suráfrica y entrenados para hacer un show: les quitan las garras y los colmillos, con látigos, varas y hambre los obligan a hacer malabares. También los reproducen en cautiverio, por lo que muchos no conocen otra vida.
Investigadores ADI, fundada en 1990, se introducen con cámaras ocultas en los circos para obtener pruebas de maltrato que les permitan acudir a los gobiernos en diferentes países y así presionar por leyes en defensa de los animales.
A principio del año pasado, la organización dio inicio a la Operación Espíritu de Libertad, para liberar a leones de circos en Perú. Estos rescates empezaron en agosto y luego, al enterarse de la situación de los nueve leones del Circo de África, decidieron incluirlos. En Bolivia también se realizó una operación similar llamada Lion Ark.
Deyanira, una zootecnista que se pasó al bando de la defensa de los animales hace seis años, explica que este trabajo la enfrenta a reacciones adversas de los dueños de los circos, que a veces tratan de impedir la entrada de los investigadores y, más elegantemente, a políticos que manejan dinero e influencias para evitar que se promulguen las leyes. Sin embargo, en Colombia se logró. Y para estos leones, eso significa que la llegada al santuario está muy cerca. Solo esperan que pase el fuerte invierno que azota al norte de Estados Unidos, ya que exponer a estos animales, acostumbrados a 25 grados a una temperatura de menos cero podría costarles la vida. Y luego de tanta lucha, eso no tendría sentido.
El proceso legal para salir del país va por buen camino. El gobierno nacional y ADI, así como Orlando Beltrán, defensor de los animales y fundador de Adán, le ratificaron a Vanguardia Liberal que los permisos con el ICA y el trámite del Cites (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), que Colombia firmó y que garantiza que se cumplan con todos las normas sanitarias necesarias para el traslado de los leones, están a punto de ser emitidos.
Para ser transportados, los leones deben ser llevados en un avión de carga contratado para que los transporte a ellos exclusivamente.
Aunque no fue posible conocer con exactitud el costo del traslado de los leones hacia su santuario, sí se supo que estarán en semi libertad muy pronto.
Por ahora, Deyanira los ocupa dándoles patilla, ahuyama, hojas de plátano y carne en cajas de regalo, con lo que se entretienen mientras llega el momento de irse.
Como no tienen garras ni colmillos, entonces no podrán vivir salvajes jamás. Ellos no lo saben y por tanto, siguen rugiendo, ahora sin necesidad de divertir a nadie. Justamente por eso, está prohibida la entrada a particulares.
Contrario a los machos, las hembras rugen con menos frecuencia y más seco, más corto. Casi como un minino doméstico, se bañan a veces; detestan el agua. Si se mojan por alguna razón, entonces rugen, ahora sí, como en las películas.