Bucaramanga
Denuncian ‘mercado negro’ de cambuches en barrio de Bucaramanga
Personas no damnificadasdel invierno de 2005 estarían habitando ilegalmente un terreno ubicado en la escarpa occidental de Bucaramanga. Vecinos denuncian que el lugar se convirtió en foco de delincuencia.
El problema remonta a 2005, cuando en la ola invernal se habilitaron cerca de 25 cambuches para resguardar familias del asentamiento El Pantano I, ubicado en la escarpa occidental de la ciudad, cuyas viviendas corrían el riesgo de colapsar por la inestabilidad del terreno.
Años después, estos damnificados empezaron a ser parte de proyectos de viviendas oficiales, pero inescrupulosos habrían mantenido las estructuras en el lugar, pese a que se les asignó residencia en otras zonas de la ciudad.
Según vecinos del asentamiento, serían ocho los cambuches que permanecen en la zona, a pesar de que las autoridades hace 11 años prometieron que habilitaban la zona solo mientras se superaba la emergencia. "Quienes están ahí no son damnificados. Algunos compraron el cambuche por $100 mil y otros son familiares de los que ya están reubicados. También está el caso de quienes arrendaron la vivienda que recibieron y no se quieren ir".
Además, la comunidad asegura que quienes continúan en el sitio no tienen necesidad de permanecer allí y que buscan beneficios del Gobierno. "La gente que ha venido llegando es nueva y buscan que el Gobierno les entregue una vivienda. Algunos trabajan, tienen electrodomésticos y hasta moto".
Así mismo, los vecinos señalan que en el lugar funcionan depósitos de materiales y se las han ingeniado para crear negocios. "Ahora quieren poner un parqueadero y en uno de los cambuches hay una tienda. Incluso a ellos ya los han robado".
Inseguridad
Una habitante de El Pantano afirma que con la llegada de los extraños aumentó la inseguridad tanto para el asentamiento como para el barrio La Joya. "Se nos está llenando de puros vagos. Vienen con los amigos y hacen lo que se da la gana, estando a escasos metros del CAI. Estamos cansados, eso se llena de viciosos".
Al respecto, la mujer asegura que el lugar se convirtió en un lugar para consumo y expendio de drogas. "Ya tenemos identificados a los que venden vicio. Andan armados con revólver y cuchillos"
Así mismo, la comunidad asegura que no hay tranquilidad ni para asistir a misa. "La gente que asiste a los campeonatos en las canchas de La Joya debe estar prevenida, a los carros los desmantelan por lo que la única opción es parquear en la vía principal. Hace poco más de un mes hubo un tiroteo mientras la gente salía de misa".
Incluso, la vecina se atreve a afirmar que en algunas de esas estructuras albergan partes de vehículos robados. "Ese hueco lo usan para meter las motos que se roban y deshuesan".
De la misma forma, la mujer asevera que los estudiantes son víctimas de atracos y que la delincuencia se tomó la calle 36, conocida como la 'Calle del Pecado', en el barrio La Joya. "Ni los taxis quieren llevarnos hasta a la entrada del Pantano. Estamos tan cansados que incluso alguna gente ha comentado que prenderle candela a los cambuches sería la solución".
'Se hacen los de la vista gorda'
El malestar de la comunidad lo ratifica Luis Torres, líder del barrio La Joya, quien asegura que las anteriores administraciones no prestaron la atención debida a la situación."El asunto nunca ha tenido eco en las autoridades. El Estado debe facilitar el acceso de vivienda a la gente, pero el problema se origina porque los cambuches son heredados y permiten que otras personas ingresen. De esta manera el círculo va a ser eterno".
Así mismo, Torres agrega que los diálogos con la administración de Luis Francisco Bohórquez para tratar de encontrar soluciones fueron totalmente improductivas. "Esperamos que el nuevo alcalde no se haga el de la vista gorda y se involucren otras entidades como la Defensoría del Pueblo y la Personería".
Además, el ciudadano asegura que el problema también tiene que con la 'politiquería'. "Cada cuatro años vienen los políticos a crear falsas expectativas. En todas las campañas dicen que van a crear viviendas y que van a legalizar el barrio".
Sin embargo, precisó que en la visita que hizo el alcalde Rodolfo Hernández, el funcionario vio difícil catalogar el sector como barrio. "El ingeniero dijo que no se iba a comprometer con algo que no podía cumplir, pues sería irresponsable legalizarlo teniendo en cuenta que por la erosión en cualquier momento podría suceder una tragedia".
Por ahora, la comunidad va a solicitar a la Alcaldía de Bucaramanga que se apersone de la situación. "Habíamos tenido una charla informal con el anterior secretario del Interior, Pedro Nel Rodríguez, pero como se fue tan pronto no se concluyó nada. Vamos a hacer llegar un oficio a ese despacho reiterando la solicitud nuevamente".
Alcaldía estudiará el caso
Ante este caso, el secretario del Interior de Bucaramanga, Ignacio Pérez Cadena, aseguró que de ser cierta la denuncia, "estas personas no podrían tener derechos adquiridos, así hayan pagado por el lugar, porque el terreno no les pertenece y las personas damnificadas ya habrían sido reubicadas".
Sin embargo, el funcionario aseguró a Vanguardia.com que se debe analizar el caso. "Lo cierto es que no se puede proceder con fuerza policial, porque esto solo es posible dentro de las primeras 48 horas iniciales. Se trata de un historial que viene de tiempo atrás que vamos a investigar".
Además, Pérez aseguró que la situación se repite en varias zonas de la escarpa de la ciudad. "Vamos a hacer mucho control, porque estas áreas son muy vulnerables".