De 10 mujeres agredidas en Bucaramanga, solo una consigue atención
Las mujeres sienten que de nada vale denunciar. En esto se resume los testimonios de las víctimas de la violencia de género que fueron citadas esta mañana al Concejo de Bucaramanga para participar en el debate sobre el feminicidio.
Al respecto, Jaime Andrés Beltrán, concejal y ponente del tema, aseguró que “de 10 mujeres agredidas, solo cinco denuncian lo que ocurre y de estas, solo una o dos llegan a recibir la atención que requieren”.
El meollo del asunto radica, según el corporado, en que muchas denuncias mueren en medio del proceso, en la tramitología de ir de un sitio a otro a exponer su caso: “La mayoría de las agredidas vienen de estratos 1 y 2, que si tienen para ir a la Fiscalía, no tienen para llegar a la sede del Instituto Nacional de Medicina Legal o a la Policía”.
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Al respecto, Laura Badillo Ramírez, representante de la Fundación Mujer y Futuro, manifestó que el tema viene creciendo en Santander por cuenta de la impunidad. “El departamento pasó del quinto al segundo lugar en violencia intrafamiliar y esta situación lleva al feminicidio”.
Según Badillo, las autoridades no están sabiendo aplicar la Ley Rosa Elvira Cely, que está destinada a castigar los crímenes contra el género femenino: “Cuando un hombre golpea a su pareja, se está tipificando como lesiones personales, cuando se está poniendo en riesgo de feminicidio”.
Al respecto, Beltrán hizo un llamado a la Alcaldía de Bucaramanga: “¿Dónde está el centro de atención a la mujer y la línea amiga? Que son estamentos contemplados por la ley”.
Para este concejal, la continua impunidad en estos casos y el patriarcalismo arraigado están haciendo que las mujeres se “sientan culpables” de estos comportamientos: “cuando ocurre una agresión, a la mujer la sacan de la casa y la atienden psicológicamente. ¿Y al agresor? A este lo dejan quieto”.
¿Quiénes son las agredidas y dónde están?
En el informe de Violencia de Género en Bucaramanga, desarrollado por la Secretaría de Salud Local, queda constancia que en este año se han reportado 997 casos de violencia de género y sexual. De estos casos, 651 (65%) son mujeres las afectadas.
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Las mujeres entre los 20 y 29 años son quienes más son víctimas de agresiones, con 143 de los casos reportados en este año (22% del total).
La Comuna 1 (Norte) es el sitio en donde más han ocurrido agresiones, con 269 de los casos reportados en el año (27%). La Comuna 3 (San Francisco) es la segunda de la lista, con 100 casos (10%).
Asimismo, la negligencia y el abandono es el principal motivo de la violencia de género, con 609 casos reportados en lo que va del año (65% de los casos).
El informe muestra especialmente su preocupación por el alto número de niñas entre 10 y 14 años víctimas de abuso sexual por parte de sus parejas. En el año, el 54% de los casos de abuso reportados corresponden a mujeres de esta edad.
Habla la Policía
Para el subcomandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, coronel Reynaldo Rojas, “es preocupante el tema del machismo, que está muy asentado en esta región. Eso se soluciona con prevención y educación”.
Según las cifras dadas por la Policía, van seis casos de feminicidio. De estos, en uno, el agresor se suicidó, en cuatro ya hay capturados y en el restante, se está adelantando el proceso de judicialización.
Aunque aclara que en el año van nueve mujeres asesinadas, solo seis se tipifican como feminicidio, “los otros son muertes por ajustes de cuentas e intolerancia, que no tienen nada que ver con ser mujer”, sostuvo.
Por otra parte, en el área metropolitana, la cifra de mujeres asesinadas asciende a 11. Entre estas, hubo siete feminicidios: los seis de Bucaramanga y uno en Floridablanca.
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“Hacemos un llamado a la tolerancia y al respeto, y al Gobierno a destinar recursos para hacer campañas de sensibilización”, agregó Rojas.
Según el alto oficial, con la aplicación del Nuevo Código de Policía, si un vecino escucha un caso de violencia intrafamiliar, con su denuncia la Policía podrá ingresar en la casa del agresor.
Redes comunitarias
Según Isabel Ortiz, asesora de la Alcaldía de Bucaramanga para temas de mujer y equidad de género, en el Plan de Desarrollo actual quedó consignada una estrategia para trabajar en los barrios en contra de la violencia, a través de redes comunitarias.
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Asimismo, está en proceso la contratación de “una entidad que sirva de refugio a las mujeres que estén en riesgo y estamos diseñando una estrategia de capacitación para quienes atiendan estos temas”, manifestó.
Para Ortiz, el principal rival a vencer es el mental, pues dice que “si una mujer no quiere seguir una relación, el hombre no tiene reparo en agredir o asesinar”.
No obstante, dentro del Concejo de Bucaramanga se criticó que el rubro más pequeño del Plan de Desarrollo es justamente para políticas para la mujer.
Cambio de mentalidad
Lo terrible es que la mujer está desarrollando sentido de culpabilidad y cree que lo que le pasa es culpa de ella. La mujer tiende a creer que el maltrato es normal.
Hay una realidad, cuando una mujer es maltratada. ¿A quién saca de la casa? ¿A quién atienden sicológicamente? A la mujer. Al hombre lo deben atender y sacar de la casa. Cuando no ocurre nada, la mujer acaba volviendo a la casa con su agresor.
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Metas a corto, mediano y largo plazo, según la exposición
* A corto plazo: Articular esfuerzos con lo que ya existe. “La línea amiga y el centro para la mujer existen, pero no funcionan”, dice Beltrán. Aparte, pidió que Medicina Legal, Fiscalía y Policía tengan proceso que hagan más fácil la denuncia.
* A mediano plazo: crear un centro integral completo para atender estos casos y que este tenga el despliegue para que la mujer sepa a donde debe ir.
* A largo plazo: implementar una pedagogía en colegios para cortar la violencia contra la mujer de raíz.
Dos claves en el tema
- La línea 155 está habilitada para las denuncias que tengan las mujeres en temas de violencia de género. Igualmente, en estaciones de Policía hay una oficial femenina lista para atender todos estos casos y hacer acompañamiento de género.
- Un caso se tipifica como feminicidio cuando las condiciones sociales facilitan conductas agresivas, hostiles que atentan contra la integridad de la mujer, sus derechos y libertades. Así lo consagra la Ley 1761 de 2015, llamada Rosa Elvira Cely.