Gabriela llegó a Bucaramanga en busca de un corazón
El corazón de la bebé Gabriela no quiso funcionar. Tras varios meses de tratarla con varios medicamentos y haberse trasladado de su Medellín natal a Bucaramanga, en busca de mejores posibilidades para su cardiopatía en la Fundación Cardiovascular, FCV, la conclusión es que la pequeña no podrá crecer con el motor con el que nació. El destino quedó en manos de que aparezca un donante.
“Imagínese que un médico le diga que los niños aquí se mueren esperando por un trasplante… es muy duro”, relata Mónica, la madre, quien ha iniciado un movimiento en redes sociales para incentivar la donación de órganos.
A través de la etiqueta #SeHéroeAlPartir, buscan inculcar entre los santandereanos que la tragedia del fallecimiento de un ser querido puede ser la esperanza de vida para muchas personas.
Se calcula que con un solo donante se puede salvar la vida de por lo menos 55 personas, acorde a Anabel Vanín, jefe del Programa de Trasplante de Órganos de la Clínica Neurocardiovascular de Cali.
La lucha de Gabriela por vivir ha sido una montaña rusa. De estar muy enferma en la Clínica Cardiovascular de Medellín, pudo salir rumbo a su casa con visos de mejoría. Sin embargo, su pequeño corazón volvió a fallar a tal punto que en la capital antioqueña sugirieron trasladarla a Bucaramanga, pues la niña necesitaba con urgente un aparato que se llama asistencia ventricular, que hace la función del corazón.
El recuerdo de la pequeña hija entubada y rodeada de aparatos en un avión que la traería a Bucaramanga aún hace temblar la voz Mónica, quien ve el vaso medio lleno. “La niña ha respondido y no hubo necesidad de seguir con el aparato”.
La esperanza a la que se aferran los padres Mónica y Andrés es que en los últimos meses, se han realizado cuatro trasplantes de corazón en niños en Bucaramanga. Irónicamente los donantes son de Medellín.
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“No se trata de que allá estén falleciendo más niños”, aclara Mónica, “los doctores dicen que hay más cultura de la donación”.
Sin embargo en Santander, actualmente, una persona puede durar hasta un año en lista de espera por un órgano.
Acorde a los datos suministrados por la Red de Donación y Trasplantes para Santander, entre enero y octubre 16 personas se han convertido en donantes de órganos tras su fallecimiento, permitiendo el rescate de 41 componentes.
No obstante, eran 42 los potenciales donantes pero en el 52,3% de los casos, hubo negativa por parte de la familia.
Entre enero y agosto de este año se han realizado en promedio cuatro trasplantes de órganos al mes en Santander y existen 35 personas a la espera de un donante, acorde a los datos suministrados por la Red de Donación y Trasplantes.
Sin embargo, es una cultura que falta reforzar en todo el país. Según el Instituto Nacional de Salud, actualmente se calcula que hay 3.000 personas que necesitan de un trasplante de órganos y/o tejidos.
Si bien a partir de 2017, todos los colombianos serán donantes de órganos por orden de la ley 1805 que quedó en firme este año, este tiempo podría ser demasiado para la vida de Gabriela.
Por esos sus padres se aferran a la esperanza. “Que Dios nos haga un milagro. ¡Que nos dé un corazón o que sane el de ella!”.