Bucaramanga
El genio bumangués y autodidacta de la electrónica
“Empecé en mi casa con un computador sin saber mucho del tema. Aprendí viendo tutoriales por internet, descargué programas y con conocimientos previos de música comencé mi carrera. Ya he podido lanzar canciones bajo sellos discográficos del mundo y he tenido el placer de colaborar con artistas internacionales”: Juan Manuel Barreto, ‘J-Voltage’ en la escena electrónica, es su mejor carta de presentación.
Es un productor, compositor y Dj de música electrónica que a los 13 años compuso sus primeras canciones.
Frentero -no es nada tímido- y sin falsas modestias, Juan Manuel se contacta con los grandes de este estilo de música, entre ellos Cedric Gervais -quien ha hecho remixes de temas de Lana del Rey- y esto lo ha llevado a compartir escenario con Nervo, Quintino y Danny Wade.
A los 12 años escribió su primera novela detectivesca llamada ‘asesinato escolar’ -según cuenta su papá, Guillermo Barreto- y sin pisar las academias de música, Juan ya produce sus propias canciones y ha grabado con sellos internacionales como Loca Recordings (Holanda), Synthphobia Recordings (Irlanda), NCX Records (Singapur), Jungle Records (México), Death Artillery Records (Chile) y Solektro Party Records.
Aprendió solo a tocar el ukelele -un instrumento originario de Hawaii, con un sonido despreocupado y alegre- y es precisamente esa energía positiva la que quiere transmitir con su música.
Compone en piano, estudió guitarra y aprendió teoría musical en Bucaramanga. Cuando los videos de Youtube iban camino a la gloria y los tutoriales apenas despegaban, la genial cabeza de Juan siguió las instrucciones para transformar una serie de pasos en sonidos limpios, dinámicos, pulidos, tal como explica su manager, Dani Castro.
Con la intrepidez que lo caracteriza y su deseo ferviente de triunfar, Juan contactó a Nicole Chen, la Dj número uno de Asia. Logró que ella tocara en sus presentaciones algunas canciones suyas y es uno de los pocos artistas occidentales que lo ha logrado.
Y tiene solo 18 años.
El que quiere puede
Un niño con poderes especiales escapa de unos tiradores mientras es otoño: es el video de Titanium, una canción compuesta por David Guetta y Sia. Se lanzó en 2011 y alcanzó su punto culminante al año siguiente, cuando Juan Manuel tenía 13 años. Ya para entonces tocaba en una banda.
“Desde 2008 comenzamos nuestra música”, comenta David Barraza, uno de sus mejores amigos, también de 18 años. “Juntos tuvimos nuestra banda de rock, yo tocaba guitarra, el cantaba, o tocábamos guitarra los dos y así. Entonces él tomó su rumbo hacia la electrónica y se volvió un duro”, explica David.
No es tan fácil como pudiera parecer. La música electrónica puede ser difusa, un ritmo que cala en el oído, se va al cerebro y se queda allí, tintinando sin poder detenerse.
Robert Arthur Moog creó la versión práctica del sintetizador, en 1963. Pero fue hasta los brillantes años ochenta que las melodías que se tocaban con este instrumento saltaron a la escena musical internacional.
Lo primero que se escuchó sobre la música electrónica a este lado del mapa fue la música Techno y House en esa década. En los noventa entró el Trance o Dance a dominar las discotecas y algo más profundo con Depeche Mode, que cambió la forma en la que se veía esa pequeña imitación de piano muy usada en las serenatas de 15 años.
A finales de los noventa Daft Punk imponía su sonido y para 2007, este grupo regresó para darle un nuevo aire a la música electrónica.
Avicii y David Guetta son la marca de la electrónica contemporánea y luego de ver el video de la popular canción Titanium y a pesar de sus primeros pasos como escritor, Juan Manuel se decantó por la música electrónica.
“En sus tiempos de desparche, como dicen ellos -los jóvenes- bajó un software para crear música electrónica. En sus tiempos libres se dedicaba a producir con gran éxito, ya que por esta misma vía recibía comentarios de sus amigos fuera del país dedicados a producir música en este género”, explica su papá.
Juan Manuel no hablaba inglés, así que tuvo que aprenderlo y ‘cacharrear’ -término que se utiliza para describir la improvisación que se realiza con un aparato o programa web cuyo funcionamiento se desconoce- para crear sus primeros sonidos.
Sabiendo que eran buenos, dio a conocer sus primeras canciones en la plataforma ‘Soundcloud’ y a contactar a los grandes para ver si les interesaba su música. Y lo logró. En 2014 lanzó su primer single ‘Olivia’ con Death Artillery Records, llegando al top 10 de los más escuchados de esa compañía discográfica.
“A Nicole, por ejemplo, empecé a escribirle para mostrarle mi música a finales del 2014. En Asia ven la escena electrónica un poco más avanzada y ella ya ha tocado en muchos países”, explica Juan.
Su papá oficiaba como su mánager. Lo apoyaba “creando publicidad impresa que repartíamos en cada uno de los toques en que participaba aquí en Bucaramanga y el Área Metropolitana”.
También le ha ayudado a producir sus canciones. Toda el aprendizaje en esta materia ha sido completamente autodidacta: Juan se ha hecho a sí mismo y ahora se dedica a impulsar a otros para que cumplan sus sueños, como él lo hizo.
“A mediados de este mes que viene estaré lanzando mi primer single en un nuevo estilo en el que estoy incursionando y varias colaboraciones con artistas colombianos. A mitad de año vamos a tener un evento aquí importante en Santander en el que voy a estar tocando y una colaboración con una artista de género urbano, Camilo Saru”, comenta Juan.
Lo importante va por dentro
Sus amigos y su familia coinciden en que Juan Manuel es muy talentoso, sus logros lo demuestran.
Este año su carrera despegó con su participación en Storyland Festival de Cartagena, donde compartió cartel con Sean Random y DJ Care, entre otros.
Sin embargo, no tardan en afirmar que es su personalidad arrolladora y curiosa, pero noble, la que lo hace ganarse el corazón de quienes lo escuchan.
“Se pasa de noble y eso es bellísimo, pero también es complicado para la gente que no lo aprecia”, explica David Barraza.
Para su novia, Alejandra Parra, el detalle es que es demasiado exigente consigo mismo. “Como es tan perseverante, a veces se exige mucho a sí mismo y siempre me toca intentar tranquilizarlo y mostrarle todo lo que ha logrado”, dice.
Juan Manuel tiene una hermana gemela, María Paula. “Nacieron de seis meses y medio, no podían gatear. Juan Manuel y María Paula saltaban como un sapito y una ranita y era así porque les empezamos a poner música y ese fue su primer contacto con el sonido. Desde ese momento Juan Manuel empezó a sentirla”, recuerda su mamá, Adriana Durán. Juan, como ella, es zurdo.
Estudia negocios internacionales en la Universidad Pontificia Bolivariana.
La música de Juan tiene un beat constante que hace que al escucharla sea imposible no mover los pies, aunque se esté sentado. Transmite felicidad, ganas de seguir adelante.
Y J Voltage es un poco así. Decidido, pero fluido. Demostró que lo que realmente importa es seguir el deseo del corazón, aunque parezca imposible.