Según las estadísticas nacionales y regionales nacen más hombres que mujeres, pero el contexto social colombiano provoca que a la edad adulta lleguen en menor número ellos. Una especialista en Población, Ambiente y Desarrollo, explica las razones.
Tras la presencia de Elizabeth Chamorro, funcionaria de apoyo en informática del Dane, en el último Comité de Vigilancia Epidemiológica que organiza la secretaría de Salud y Ambiente de Bucaramanga, se conoció que en el nororiente colombiano, contrario a lo que se cree, nacen más hombres que mujeres.
La funcionaria expuso que de las cifras totales del Departamento, el 40% de la información corresponde a Bucaramanga, tras analizar las cifras de nacimientos de los tres últimos años, 2014, 2015 y 2016.
Lea también: Bucaramanga participa en la Semana mundial de la lactancia materna
De esa manera, para 2014 en Bucaramanga tras registrar 13.521 nacimientos, cerca del 52% fueron de niños y 48% de niñas. Esa tendencia es muy similar a lo ocurrido en 2015, en que los nacimientos fueron 51% hombres y 49% mujeres.
Para 2016, nacieron en Santander 30.404 bebés, de los cuales 13.039 correspondieron a Bucaramanga, con 51% varones y 49% niñas.
“Estas cifras son definitivas para 2014, pero para 2015 y 2016 son preliminares, porque aún falta hacer el cierre estadístico. Es clave tener en cuenta de que a nivel nacional la tendencia es la misma, lo que pasa es que el hecho de que en los hombres se manifieste la parte violenta, eso motiva más la reducción del número de ellos”, aseguró la funcionaria del Dane.
Según explica, la creencia popular de que en el mundo nacen más mujeres que hombres, es errada en el contexto nacional, sin embrago, hay que compensar eso con el hecho de que las cifras en Colombia muestran de que las muertes son más comunes en el género masculino que en el femenino. “Por eso se ve reflejado que hay menos hombres, pero nacen más de ellos que mujeres”, concluyó.
Relación de defunciones
Tras analizar los resultados del Dane en cuanto a muertes por tipo de género, a nivel nacional para 2016, se aprecia que hay una proporción similar a la de nacimientos en grupos de edades 0 a 9 años y de 45 años en adelante, mientras que en otros grupos de edad, las cifras se alteran notoriamente.
Por ejemplo, para el grupo de edad entre 15 - 24 años, se registra un porcentaje de muertes en hombres cercano al 78% y 22% en mujeres; y en el grupo de 25 – 44 años, la cifra es cercana al 69% de muertes en el género masculino y 31% en el género femenino.
Con estos parámetros, se explicaría por qué persiste la creencia en que hay más mujeres que hombres y en consecuencia, por qué las autoridades de Salud de Bucaramanga, argumentan de que a la edad adulta llegan menos hombres que mujeres.
Análisis de ese comportamiento
Recordando la frase “La cultura impone un esquema de masculinidad inflexible y que reafirma que no se es mujer, ni homosexual, ni niño” de ‘Badinter, 1993’, la investigadora del GPAD, Grupo de Investigación Población, Ambiente y Desarrollo, de la UIS, Raquel Méndez Villamizar, explica que “en la vida concreta no se aprende el autocuidado, se asumen riesgos y se rompen límites, donde la fuerza (asociada a la violencia) y la valentía, son distintivos del comportamiento esperado para un hombre en sociedades desiguales sexualmente”.
De esa manera, esos modelos de comportamiento se reproducen en la familia, la escuela, las iglesias, el barrio y la empresa, entre otros contextos, sin mayor cuestionamiento y su no acatamiento tolera como mínimo un hostigamiento por parte del grupo social.
“Esta situación conlleva a que los índices de conflicto con la ley, muertes violentas, consumo de psicoactivos y accidentes de trabajo, sean marcadamente masculinos, afectando con ello la esperanza de vida al nacer de los hombres”, concluyó la investigadora Méndez Villamizar.