Bucaramanga
Historias en un retén en Bucaramanga en el día sin carro
Desde las 6:00 a.m., un puñado de agentes de la Dirección de Tránsito y Transporte de Bucaramanga, se ubicó debajo del intercambiador de la Puerta del Sol, en sentido sur-norte.
Su única misión era ubicar y sancionar a los conductores que fueron sorprendidos infringiendo la medida del día sin carro y sin moto, que rige este viernes en Bucaramanga y el área metropolitana, hasta las 8:00 p.m.
Con la debida señalización, los agentes se ubicaron para empezar con su labor de ‘pescar’ a los infractores, que hábilmente se camuflaban entre buses, taxis y vehículos autorizados.
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Con los primeros conductores requeridos, empezaron las excusas:
- “Mi agente, en serio, yo no sabía que tenía que sacar un permiso especial”, respondió un motociclista cuando le solicitaron el permiso para circular.
- “No me inmovilice la moto, colabóreme”, suplicaba.
Aplicando la Ley, no hubo vuelta de hoja, y la motocicleta fue subida a la grúa, mientras que al conductor le entregaron la multa, cuyo valor es de quince salarios mínimos diarios, es decir, $368.858.
En flagrancia
En medio del flujo vehicular que se dirigía hacia el centro de Bucaramanga, uno de los agentes divisó un vehículo Nissan Sentra color rojo. El vehículo tenía en la parte derecha del panorámico la calcomanía que indica que es conducido por una persona en condición de discapacidad.
La sorpresa para los agentes es que aunque efectivamente se trataba de un conductor en situación especial, estaba ‘pirateando’ y llevaba dos pasajeros en la parte de atrás.
“La gente abusa. Es un conductor en condición de discapacidad y se aprovecha de esto para sacar el carro y hacer ‘piratería’”, exclamó uno de los agentes de tránsito.
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El infractor logró bajarse del vehículo y por más que imploró para no ser multado, los agentes le impusieron el comparendo.
- “Agente, debo dos partes (multas). No me coloque otro, por favor. No tengo cómo pagarlos…”, dijo el hombre.
En un acto de flexibilidad y entendiendo la situación física del infractor, los agentes sólo lo sancionaron por violar la medida del día sin carro y no le inmovilizaron el vehículo. El sujeto se fue en su automóvil adaptado.
“Eso sapo”
Alterado porque lo requirieron para que mostrara el permiso de circulación especial, un motociclista se salió de casillas e increpó a uno de los agentes.
- “¡Sapo! En la empresa me dijeron que podía circular con normalidad, que ellos se encargaban de tramitar el permiso”, refunfuñó el conductor mientras entregaba los documentos.
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Aplomado y tranquilo, el alférez le pidió respeto al motociclista, quien un poco más sereno bajó el tono y pidió disculpas.
- “Tiene razón mi agente. Perdóneme, entiéndame”.
En el transcurso de las dos horas que duró el retén, las excusas de los infractores variaron:
- “Se me quedó el permiso”.
- “No sabía”.
- “Espéreme y voy y lo traigo”.
- “Ayúdeme”.
No obstante, la respuesta para todos ellos fue la misma: un parte por $368.858 y la inmovilización del vehículo.
Los únicos que se salvaron de la multa fueron los motociclistas y conductores de vehículos, que habían tramitado sus permisos con anterioridad.
- “Así no tiene gracia. El día sin carro debería ser para todos, sin permisos para nadie, solo taxis y buses”, dijo uno de los conductores mientras revisaban sus documentos y se apretaba a recibir su multa.