¡Qué buen plan de cultura, música y gastronomía en Bucaramanga!
Como si fuera un callejón o una calle de una de las grandes ciudades del mundo, como New York, el parqueadero de la carrera 33 con calle 45 en Bucaramanga cada tarde se convierte en un espacio plagado de buena música, arte y gastronomía. Allí se pueden vivir experiencias únicas degustando las mejores recetas en camiones y amenizando su ‘parche’ con el mejor ambiente vintage que se vive en las grandes ciudades.
La idea de fusionar comida en camiones, un parqueadero y multiculturalidad en un solo sitio para muchos es algo loco, pero no para Francisco Mantilla Escalante, un joven arquitecto que desde hace un año se la juega por su idea de emprendimiento llamada Iguazú Food Trucks, un sitio acogedor para que comensales y amantes de las expresiones artísticas pasen los mejores momentos de su día.
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Los ritmos de la música rock, jazz, R&B, dance, blues y folk, entre otros, dan la bienvenida a quienes se la juegan por esta novedosa alternativa. “Lo que nosotros hacemos en Iguazú es un Parquearte, donde vinculamos el arte, la gastronomía, el cine y el deporte en torno a la cultura. Todo esto para entregárselo de manera gratuita a los bumangueses”, asegura Francisco.
Y es que desde las 5:00 p.m. este parqueadero abre el telón para entregar una función llena de experiencias a sus visitantes, pues cada día tiene diferentes temáticas para ofrecer. Por ejemplo, los miércoles proyecta filmes de la Cinemateca de Bucaramanga; los jueves realiza campeonatos de tenis de mesa y talleres con expertos; los viernes hay presentación de DJ; los sábados se presenta música en vivo, y los domingos son de eco y agroferia.
Este centro cultural ha sido testigo y ha acogido colectivos artísticos, músicos y representantes del arte escénico en general, para que se tomen este espacio como la mejor tarima y plataforma, y se den a conocer al público. De este modo es que se han presentado artistas como Édson Velandia, Ángel Parra de la banda Tres y yo, Na Morales, Solo Valencia y Ryan Tennis, artista estadounidense de Folk, por solo nombrar algunos. “Le hemos dado el espacio a aquellos artistas y compositores que quieren mostrar lo que hacen, y además le damos a quienes nos visitan un ambiente diferente y multicultural”, dice Francisco.
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Apoyo a la cultura
Pero el interés de Francisco y su objetivo principal no es solo brindar un sitio a diferentes artistas, sino apoyar colectivos sociales dándoles un espacio en Iguazú sin ningún costo. Así, a este proyecto se han sumado iniciativas como la Cinemateca de Bucaramanga, Altervox, la Fundación Federico Restrepo (que apoya el tenis de mesa y la parte ambiental con la siembre de la ceiba barrigona), y más recientemente La Criolla (un colectivo de agricultores independientes que realizan cultivos orgánicos y talleres sobre concientización de productos ecológicos).
“Nosotros apoyamos todo tipo de emprendimientos y colectivos que nos quieran acompañar. La idea es ofrecer a los visitantes de Iguazú un espacio alternativo en donde se encuentren diferentes opciones para disfrutar, ya sea con la familia, con el novio, con la novia o con el ‘parche’ de amigos. Nosotros brindamos experiencias y tratamos de apoyar los nuevos proyectos que existen en la ciudad. Así apoyamos la cultura y el arte”, explica el arquitecto de esta novedosa idea.
Es de este modo, trabajando con pasión y arduamente, que Francisco ha llevado su idea de Food Trucks con cultura a la realidad y haciendo una oportunidad tangible para que aquellos jóvenes que quieren emprender cristalicen sus ideas de negocio, ya sea gastronómico o cultural, en un lugar que ya cumple un año de compartir y brindar experiencias gustativas y sensitivas al mejor estilo de una ciudad sin límites para la multiculturalidad.