Girón
Gironeses se ‘rebuscan’ peces en el río de Oro
Pese a que el río de Oro es uno de los afluentes más contaminados del área metropolitana de Bucaramanga, hay algunos ciudadanos que arriesgan su salud para poner alimento sobre su mesa.
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Uno de los gironeses que se dedican a esta pesca es Ricardo Niño, quien aseguró que cuando está sin trabajo busca alimentos en estas oscuras aguas. Afirma que pesca coroncoro y mojarras. “No me saben a nada raro y aproximadamente sacó entre tres a seis por día”, comenta.
La nutricionista Cristina Rueda, contratista de la Secretaría de Salud de Girón, indicó que si bien hay tipos de peces que pueden sobrevivir en aguas contaminadas, no significa que sean aptos para el consumo humano.
Precisamente el río de Oro recibe buena cantidad de las aguas negras que producimos en la ciudad. Según expertos del Área Metropolitana de Bucaramanga, si usted llena un vaso con el agua de este afluente puede encontrar hasta tres millones 500 mil coliformes fecales.
Los pescadores se defienden asegurando que esta es una forma de “ayudarse” ante la falta de empleo.
Niño agregó que los pescados que atrapa son para consumo propio y de su familia, y que no los venden en las plazas de mercado de Girón.
¿Qué dicen las autoridades?
Miguel José Rodríguez Rey, médico especialista en epidemiología de la Secretaría de Salud de Girón, aseguró que no es recomendable el consumo de alimentos provenientes del río de Oro por su “toxicidad o colonización por bacterias, virus y hongos”.
El funcionario señaló que en Girón, no existe consumo de pescado proveniente de los ríos de Oro y Frío, dado que el mercado no acepta las características de este tipo de peces.
Entre tanto, Doris Guerrero, auxiliar del Área de Salud de la Secretaría de Salud de Girón, explicó, “el pescado que se comercializa en las plazas de mercado, restaurantes y establecimientos de comercio del municipio proviene principalmente de criaderos, importadores y centrales de abastos y deben cumplir con la normatividad vigente”.
La experta de salubridad advirtió que el pescado es un alimento delicado para su conservación y de no tener un buen proceso de refrigeración, puede generar muchos riesgos para la salud.