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Así fue el rescate de Chávez, un perro criollo perdido en Bucaramanga
En un exitoso operativo de rescate, un perro de raza criolla pudo regresar a su hogar sano y salvo, luego de estar desaparecido por más de 16 horas. Miembros del Cuerpo de Bomberos de Bucaramanga fueron los encargados de realizar este peculiar operativo.
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“El pasado sábado en la mañana, recibimos una llamada en la que nos reportaban que un perro había caído por una ladera del barrio Gaitán. Sin más especificaciones”, confirmó el bombero José Mauricio Contreras Díaz, el uniformado encargado del delicado rescate.
Fueron casi dos horas de extenuante operativo, pues fue difícil dar la ubicación del perro. Las autoridades de rescate le confirmaron a Vanguardia.com que Chávez, como es conocido este can en el barrio Gaitán, “habría caído cerca de 12 metros y rodado otros 15”, entre rocas, tierra y basura.
“Tuve que descender unos 20 metros para dar con el paradero del Chávez. Lo encontré medio inconsciente y deshidratado. Chillaba mucho. Inicialmente pensé que se había partido la cadera y una pata”, contó el bombero José Mauricio, quien lleva nueve años en la institución.
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Aunque el Chávez batió la cola al ver al rescatista, cuando Contreras Díaz se le acercó gruñó. “Tuve que bajarme al mismo nivel de él y hablarle casi acostado para ganarme su confianza. Temía que, además de las posibles fracturas, pudiera morir por deshidratación”, contó el experimentado bombero y enfermero.
Después de varios minutos, José Mauricio pudo acercarse a Chávez. Sin embargo, el perro no quiso recibir líquido, por lo que el bombero decidió comenzar con el proceso de extracción del can criollo inmediatamente.
“Le puse el arnés - pañal y le dije “hermanito vamos a salir de acá”. El rescate fue más difícil de lo que pensaba, porque Chávez no quiso caminar y tuve que llevarlo alzado hasta el lugar donde estaba lista la cuerda de extracción. Yo creo que pesaba como unos 15 kilos”, contó entre risas el miembro del cuerpo de rescate y socorro.
Un agradecimiento y un adiós
Al llegar al lugar donde estaba la cuerda, el arnés - pañal fue enganchado a los lazos de rescate de unos 30 metros. Cuentan las autoridades que fue un ascenso suave y lento, porque no se sabía el estado de salud real del perro.
Pero para sorpresa de todos, ya arriba y cuando a Chávez le quitaron todos los artefactos de rescate, el perro brincó al lado de sus rescatistas, ladró y salió corriendo; tal vez para su hogar.
“Iba a ser trasladado a un centro de atención animal. Pero apenas se sintió libre, Chávez brincó y saltó de la felicidad, nos hizo un gesto como de agradecimiento y echó a correr. Ese fue el mejor examen médico y para nosotros la felicidad completa de la labor cumplida”, remató el bombero.