Obispo de Montería pidió justicia por crimen de sacerdote santandereano
El alto prelado de la iglesia hizo fuertes críticas al sistema judicial y dijo que le preocupaba enormemente el alto nivel de descomposición social que viven ciudades como Montería.
En una celebración eucarística, en la que participaron más de 50 sacerdotes, se dio el último adiós al padre León, al parecer víctima de Deiby José Banquet Julio, un habitante de la calle quien posiblemente estaba bajos los efectos de sustancias alucinógenas al momento de los hechos.
Desde Charalá, Santander, tierra de la cual era oriundo, llegaron sus familiares para acompañarlo hasta su última morada en el cementerio Jardines de la Esperanza. Su hermano, Francisco Javier León, también sacerdote, repudió el hecho e invitó a los cordobeses a seguir su ejemplo para hacer mejor a la sociedad.
“De mi hermano aprendí todo, su fe y voluntad de servicio incansable, quiero invitarlos a que sigan su ejemplo, que todas las generaciones puedan continuar con su legado”, indicó.
Hacía un favor
El sacerdote Luis Alfonso León era el cura párroco de la iglesia San Antonio de Padua del barrio Bonanza. Sin embargo, murió en la del barrio Sucre a donde había llegado con el único fin de hacerle una licencia al titular, quien debía viajar a un retiro espiritual en Bogotá.
La Diócesis le había otorgado una licencia para que viajara a su tierra natal a pasar unos días de descanso, pero decidió postergarla para adelantar los preparativos de la celebración de la Virgen del Carmen en la iglesia del populoso sector de la capital monteriana.
El lunes anterior, justo cuando oficiaba una misa, entró al lugar su agresor. Unos dicen que intentaba robar, otros que llegó gritando que él era Dios y que el padre León era Satanás. En medio de la confusión los feligreses llamaron a los policías del cuadrante y estos se llevaron detenido al sincelejano quien, según la comunidad, fue el asesino del sacerdote. A las pocas horas lo dejaron libre aduciendo que la falta no ameritaba su reclusión.
Dos días después el agresor regresó por el techo de la sacristía. Cuando fue avistado por la señora que hace el aseo en el lugar, saltó hasta el patio de la sacristía, partió el vidrio del escritorio y tras decir: “Ahora vamos a ver quién es quién”, le propinó una herida profunda en la garganta al padre León y luego se ensañó con su cuerpo.
Ante los gritos de la asistente de la iglesia, la comunidad entró al lugar y detuvo al agresor. Le propinaron golpes en distintas partes del cuerpo y solo la intervención de la Policía evitó que lo mataran.
Desde el momento del crimen, una romería de católicos ha llevado flores a la puerta de la iglesia y ha encendido velas en señal de rechazo a lo ocurrido. El templo permanecerá cerrado hasta tanto se haga el correspondiente desagravio, mientras que los monterianos viven el duelo por el triste final del sacerdote.
Audiencia suspendida
Por segundo día consecutivo fue suspendida la audiencia de imputación de cargos contra Deiby José Banquet Julio, presunto homicida del padre León.
El agresor fue conducido al juzgado segundo penal municipal bajo estrictas medidas de seguridad, pero de la misma forma tuvieron que sacarlo por las precarias condiciones de salud que presenta tras la fuerte golpiza que le dieron varios miembros de la comunidad el día del homicidio y porque aún no tienen el dictamen de Medicina Legal sobre su situación mental.
El primer intento de audiencia se llevó a cabo en la noche del jueves en el palacio de Justicia de Montería. En esa oportunidad, el hombre de 28 años, natural de Sincelejo, le dijo al juez que no recordaba nada de lo que había ocurrido y que no sabía si había asesinado al sacerdote.
El juez Gustavo Manuel Lemus dijo ayer que es necesario esperar el dictamen de Medicina Legal con el fin de establecer si es enviado a un centro carcelario o a un centro de rehabilitación para personas con problemas mentales, toda vez que el diagnóstico inicial de los médicos del hospital Sandiego de Cereté establece que tiene esquizofrenia.
La Fiscalía, por su parte, solicitará la imputación del delito de homicidio agravado aduciendo que el padre León fue servidor público y se encontraba en estado de indefensión cuando fue asesinado.