Bogotá
Línea feminista propia se aprobará en la décima conferencia de las Farc
Este acuerdo busca que en la implementación del Acuerdo General y en el desarrollo de los programas de construcción de la paz, hombres, mujeres, homosexuales, heterosexuales y personas con identidad diversa, participen y se beneficien en igualdad de condiciones.
- ¿Qué significan estos acuerdos para las mujeres y el país?
Es un avance tremendo porque significa el reconocimiento de los derechos civiles, ciudadanos, de los derechos humanos de las mujeres que han sido incorporados en gran medida en los acuerdos. Esto impulsa que se vuelva realidad, que se implementen.
- ¿Cómo se vive el feminismo en las filas guerrilleras?
Ahí estamos estudiando y trabajando mucho. Escucharon al comandante ‘Iván’ haciendo alusión a una especie de línea de feminismo que estamos construyendo y con el cual nos queremos identificar. Que una línea propia exista la iremos a aprobar en la X Conferencia, pero lo que sí es cierto es que tenemos un compromiso absoluto de parte de las FARC en defender los derechos de las mujeres.
- ¿Cuál debe ser el papel de las mujeres en el postacuerdo?
Primero, hacer un reconocimiento a la lucha de las mujeres. Ellas desde el primer momento le han apostado al tema de la paz y eso no puede pasarse por alto. Es válido lo que se ha hecho y se ha concretado en los acuerdos. Ahora hay que convertir eso que está en el papel en acción y la manera de hacerlo es garantizar que las mujeres estén en todo el proceso de implementación. Las mujeres deben estar allí en cada uno de los mecanismos de implementación.
- ¿Cómo se ve después de la firma del acuerdo?
Construyendo la paz. Mucho trabajo construyendo la paz, por las comunidades, en el territorio, hablando con las mujeres, discutiendo la paz que nos imaginamos.
- En materia de igualdad, ¿cómo se proyectan las mujeres guerrilleras una vez pasen a la vida civil?
Hemos tenido en mayo un encuentro con excombatientes de varios países del mundo y ellas señalaban y contaban cómo fue un trauma para las mujeres porque esas sociedades a las que volvieron no estaban preparadas y estaban mucho más atrasadas en la práctica de los principios que tenían las organizaciones insurgentes. Perdieron mucho de los derechos de la vida insurgente. En nuestro caso pensamos que como el proceso de reincorporación es colectivo, entonces la idea es que vamos a estar en las comunidades.
Esperamos que se haga pedagogía de tal manera que esas prácticas incorporadas en nuestra organización, nuestros principios revolucionarios, se sigan desarrollando y lo podamos ampliar con las comunidades. No con imposiciones, hay que trabajar en torno a la igualdad de derechos de las mujeres.