Santos recibió Premio Internacional de Paz Tipperary
“En mi vida he sido halcón o paloma, dependiendo de las circunstancias. Como halcón, combatí con determinación a los grupos armados ilegales, siempre desde el reconocimiento de su condición humana. Como paloma, entendí que solo a través del diálogo es posible llegar a una paz cierta y duradera”, afirmó el exmandatario.
Santos relató su experiencia como presidente de Colombia y reiteró que algunas veces hacer lo correcto no es lo más popular. Indicó además que cuando fue ministro de Defensa del Gobierno de Álvaro Uribe le propinaron los más duros golpes a la guerrilla, pero que no por ello dejó de verlos como seres humanos.
“No por ello dejé de comprender que, aun en la guerra, debemos siempre privilegiar el concepto de humanidad. Vencer por las armas, aniquilar al enemigo, llevar la guerra hasta sus últimas consecuencias, es renunciar a ver en el contrario a otro ser humano, a alguien con quien se puede hablar. Humanizar la guerra no es solo limitar su crueldad, sino también reconocer en el contrincante a un semejante, a un ser humano”, agregó.
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Puso de ejemplo un estudio de un grupo de investigadores del Laboratorio de Neurociencia para la Paz y los Conflictos, de la Universidad de Pennsylvania, quienes estudiaron el caso de Colombia y los obstáculos psicológicos para la construcción de la paz en nuestro país.
“Los investigadores encontraron que muchos colombianos han llegado al punto de considerar a los antiguos guerrilleros de las Farc como “menos humanos” y, por consiguiente, menos sujetos de derechos. Esta deshumanización genera una enorme dificultad —si no una imposibilidad— para confiar en el otro y buscar una construcción colectiva del país. Y explica en buena parte la polarización de nuestra política”, sostiene.
Dijo además que en su época como ministro se encontró con unos militares que eran “recompensados por cada guerrillero que caía muerto, lo que generó un incentivo perverso que derivó en que algunos uniformados, faltando al honor militar, mataran civiles para hacerlos pasar como guerrilleros abatidos y así ganarse las bonificaciones. Fue una situación absolutamente deplorable que me correspondió sacar a la luz y llevar ante la justicia” y cambiar el sistema a bonificaciones por su desmovilización o captura.
Reconoció que el Ejército tenía arrinconadas a las Farc, pero estaba lejos de derrotarlas totalmente por lo que la única solución era el diálogo político.
Por último, el exmandatario recalcó la necesidad de la educación, de recuperar el diálogo como un instrumento para la resolución de conflictos, “de revalorar la dignidad del ser humano y de recobrar la sensatez del centro político en medio del radicalismo y el fanatismo de los extremos”.
Este premio lo han recibido múltiples personajes de la historia como Mijaíl Gorbachov, Nelson Mandela, Bill Clinton, Benazir Bhutto, Malala, Ban Ki-moon y el exsecretario de Estado de los Estados Unidos John Kerry.