En la cima de América
Estaba en deuda. En esta Copa América, a pesar de intentarlo una y otra vez, nunca pudo mostrar el brillo que cada fin de semana enamora a la afición del Arsenal. Pero el destino le tenía deparado un lugar de honor en la historia.
En el momento donde se sabe quién es quién, donde surgen los héroes y villanos, donde la llave para abrir la puerta de la gloria se encuentra extraviada, Alexis Sánchez tomó la pelota, la trató con cariño para acomodarla en el punto penalti y como si estuviera en el patio de su casa, jugando una ‘recocha’ con los amigos, la acarició a la portería para dejar en ridículo a un portero Sergio Romero que se comió el amague del nuevo ídolo chileno.
Fue un cierre cargado de poesía pura, para una final carente del fútbol que le gusta a la gente.
Esa ejecución quedará grabada en la memoria de los aficionados australes, quienes por primera vez en la historia se deleitaron con las mieles del triunfo.
La felicidad de Chile, que en líneas generales fue el elenco más regular del certamen y el que más juego ofensivo propuso, incluso en la final, contrastó con la cara larga de Lionel Messi, desapercibido una vez más en un partido trascendental con la camiseta argentina, al igual que hace un año en el duelo por el título de la Copa Mundo frente a Alemania.
El equipo gaucho, que soñaba con acabar el ayuno de 22 años sin ganar nada, extrañó más que nunca a su referente. El ‘10’ estuvo perdido en gran parte de los noventa minutos y del alargue, y sus ‘chispazos’ no fueron suficientes para encender el talento escondido de sus compañeros.
Tendrá que hacer algo más Argentina para exterminar su maldición. Y es que con ese fútbol de garra, de chocar, de buscar con el juego aéreo, sin duda, no le alcanza.
Al último escalón para alcanzar el cielo de América llegaron las mejores escuadras del campeonato, esas que pregonaron, contra todo y contra todos, que la mejor manera de ganar es con una propuesta de ataque.
Pero esos ideales pasaron a un segundo plano en la finalísima.
El miedo a perder, la falta de rebeldía y la escasez de creatividad asumieron un rol protagónico en una película que tuvo drama, pero a raíz de la lucha, las faltas, las quejas contra el árbitro y las cachetadas constantes a ese fútbol que añoran los abuelos.
En 120 minutos intensos, ‘La Roja’ y ‘La Albiceleste’ no se hicieron daño y el punto penalti dictó sentencia a favor de una camada de destacados futbolistas chilenos, que comandados por Arturo Vidal, Claudio Bravo, Alexis Sánchez y Jorge Valdivia, se volvieron inmortales para el pueblo austral.
¿POR QUÉ FUE CAMPEÓN CHILE?
Porque fue el equipo más regular, disputó seis encuentros, con cuatro victorias y dos empates.
Porque en todos los juegos fue el elenco que más atacó, incluso en la final y frente a un rival con jugadores que actúan en los mejores clubes del mundo.
Porque aprovechó que la Copa América se realizó en su casa y con el apoyo de la gente consiguió el primer título en el certamen.
Porque contó con jugadores que marcaron la diferencia, entre ellos Jorge Valdivia, Arturo Vidal, Claudio Bravo y el goleador Eduardo Vargas.
Porque dejó en el camino al último campeón de América, Uruguay, y al reciente subcampeón del mundo, Argentina.