Los nervios trasladaron la pelea a los micrófonos
El holandés Tom Dumoulin (Sunweb) resistió como líder de la clasificación general del Giro de Italia, ayer en la 18ª etapa, en el macizo montañoso de los Dolomitas, donde el vencedor del día fue el estadounidense Tejay Van Garderen (BMC).
No obstante, al final de la etapa el dueño de la ‘maglia rosa’ arremetió contra sus principales rivales, el colombiano Nairo Quintana y el italiano Vincenzo Nibali, e incluso dijo “espero que pierdan su lugar en el podio”.
“No comprendí su táctica”, afirmó tras cruzar la meta Dumoulin desde su 1,86 metros de altura. “Me marcaron mientras que otros conseguían sacar tiempo. No han trabajado. Pinot es más fuerte que ellos en una contrarreloj llana. Si continúan corriendo contra mí espero que pierdan su lugar en el podio”, afirmó.
Nibali no aguantó y respondió a esas palabras, retando al holandés.
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“En mi opinión, (Dumoulin) se pasa de fanfarrón. Ha mostrado que está fuerte, pero no puede decir mucho, él también puede perder el podio. Nadie está a salvo de eso”, afirmó el italiano.
Nairo no quiso entrar en el cruce de palabras y por el contrario dejó en claro que su deseo es ganar el Giro Centenario así se “reviente”.
“Hemos intentado de una manera y de otra, jugando con las cartas que teníamos en el equipo. Nos hemos movido y no fue posible descontar tiempo porque el líder (Dumoulin) se ha defendido bien. Lo seguiré intentando hasta que reviente él o lo haga yo”, aseguró Quintana.
A tres días para la llegada final de Milán, Dumoulin pudo aguantar la presión en una etapa corta (137 kilómetros) pero muy montañosa, y Nairo Quintana aún no consigue por ahora su objetivo de arrebatarle la ‘maglia rosa’.
Dumoulin pudo mantener intacto su margen sobre Quintana, segundo a 31 segundos, y sobre el italiano Vincenzo Nibali, tercero a 1 minuto y 12 segundos.
El francés Thibaut Pinot, tercero en esta etapa a 8 segundos de Van Garderen, pudo recortar casi un minuto su desventaja respecto a Dumoulin, Quintana y Nibali.
Pinot es cuarto de la general, ahora a 1 minuto y 36 segundos de la primera posición.
Dumoulin, pese a verse privado del apoyo de compañeros de equipo en los últimos kilómetros, pudo controlar la situación, tanto en la subida del Passo Gardena, el tercero de los cinco puertos del día, en el que Quintana y Nibali atacaron una primera vez, como en el largo descenso.
Quintana consiguió 20 segundos en ese primer ataque, pero Dumoulin pudo recuperar el terreno perdido. El colombiano volvió a atacar en la última subida, pero su ataque fue más breve y el neerlandés pudo de nuevo neutralizarlo.
Hoy la 19ª etapa une San Candido con Piancavallo, en un recorrido de 191 kilómetros que termina con una dura ascensión de 15,4 kilómetros con un desnivel del 7,3%. “Es un final difícil”, avanzó Quintana, consciente de que la misión no será sencilla.