¡Qué ‘Porrazo’!
El ‘leopardo’ cazó el equilibrio. Después de sus dos primeras presentaciones en el Torneo Postobón I de 2014, donde generó diecisiete opciones claras y le crearon otras siete oportunidades para vulnerar su valla, Atlético Bucaramanga encajó ayer dos victorias consecutivas, en las cuales demostró ser un equipo más equilibrado entre sus líneas, pues concreta sin llegar mucho y se defiende con firmeza.
“El fútbol es la dinámica de lo impensado”, dijo el periodista argentino Dante Panzeri, y esta premisa aplica para el actual conjunto ‘amarillo’, que en su compromiso de ayer en el estadio Alfonso López ante Llaneros de Villavicencio (1-0) hizo lo estrictamente necesario para conseguir los tres puntos.
En las primeras jornadas los dirigidos por Bernardo Redín fueron una ‘máquina’ de ataque, pero fallaron en la definición; mientras que en defensa dejaron muchos espacios que terminaron siendo aprovechados por sus adversarios. De esta forma perdieron dígitos valiosos contra Jaguares de Córdoba y Real Santander.
Sin embargo, el Atlético Bucaramanga de ayer fue un elenco más práctico, quizá menos vistoso, pero efectivo.
Tuvo pasajes de fútbol bien jugado, que se evidenciaron en los “ole, ole, ole”, que por momentos bajaron de la tribuna; pero también mostró oficio para marcar y cerrarle los resquicios de maniobra al contrincante, que llegó muy pocas veces con claridad al arco custodiado por James Aguirre.
Cuatro defensas, cinco volantes y un delantero, el sistema que dio resultado.
“Sin querer queriendo”
Cuando a un equipo no le quiere entrar la pelota, simplemente no le entra, y esta situación también le pasa a los delanteros. Pero cuando el mismo equipo y el mismo delantero están derechos, los tantos llegan, hasta apoyados por la suerte.
Transcurrían 31 minutos, los aficionados empezaban a comerse las uñas, los comentaristas radiales hablaban de un Llaneros que le tomaba la mano al partido, aunque sin generar peligro en el arco contrario, y la preocupación se apoderaba del banco de emergentes búcaro.
Andrés Sarmiento recibió la pelota, levantó la cabeza, miró a Emanuel De Porras y le envió un pase medido a la espalda de los centrales.
Cuando el esférico realizaba una parábola, el delantero argentino miró a uno de sus compañeros que llegaba por el otro costado, con su vista fija en él impactó la redonda con el borde interno del pie derecho, con la fortuna de que su remate terminó escogiendo uno de los ángulos del pórtico de Carlos Pérez. “Golazó”, el grito eufórico de la tribuna.
¿por qué ganó el Atlético?
Porque fue un equipo equilibrado en cada una de sus líneas. Efectivo en ataque y sólido en defensa.
Porque no se desesperó a pesar del planteamiento ultradefensivo del rival.
Porque cuenta con un delantero como De Porras, que está derecho.
Porque la defensa fue aplicada y estuvo concentrada, a diferencia de los primeros duelos.
Por el planteamiento de Redín.