Bucaramanga
Johan Caballero, la nueva promesa del Bucaramanga
El sacrificio hace parte de su ADN, tiene un ángel que no se separa de su espalda, es de escasas palabras, echado pa’ lante como buen santandereano y disfruta como pocos detrás del balón de fútbol.
Doblegó a la adversidad y sin más armas que las gambetas y los goles, logró el sueño de todo niño que se apasiona con el ‘deporte rey’: debutar en el profesionalismo, pero no se conforma con eso, ahora el reto es mantenerse por varios años.
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Johan Caballero Cristancho o simplemente ‘Pino’, el hijo ilustre de Rionegro, Santander, en los últimos meses recibió la recompensa a los esfuerzos realizados desde que, cuando apenas daba los primeros pasos, se enamoró del fútbol.
En diciembre de 2017 era uno más del equipo sub 20 del Atlético Bucaramanga que anhelaba una oportunidad en el plantel profesional.
Actualmente es la revelación del club ‘Leopardo’, con el que jugó en los siete partidos de la vigente temporada, con brillantes presentaciones y un gol que ya hace parte de la memoria de la afición ‘amarilla’.
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De sus comienzos en el fútbol, de las travesías entre Rionegro y Bucaramanga para llegar a entrenar puntual a las seis de la mañana en la ‘Ciudad Bonita’, de su experiencia en los primeros partidos como profesional y de sus metas a corto y largo plazo, entre otros temas, Vanguardia Liberal dialogó con Johan Caballero, el humilde futbolista de 19 años que en sus primeros ‘pinitos’ se robó el corazón de los seguidores búcaros.
Los primeros ‘pinitos’
¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?
“Desde que tenía cinco años, mi papá y mis hermanos me llevaban a las canchas en Rionegro y me la pasaba jugando a toda hora”.
¿Su papá era futbolista?
“Sí, él era futbolista y también entrenador. Él falleció, pero sé que está ayudándome desde el cielo”.
¿Cómo está conformada su familia?
“Mi padrastro, mi mamá y cinco hermanos. Yo estoy en la mitad, tengo dos hermanos mayores y tres menores. Todos estamos enamorados del fútbol”.
¿A usted le dicen Pino, como a su padre, pero de dónde nace ese remoquete?
“Así le decían a mi papá y ahora a mí y a mis hermanos, pero nunca se me ocurrió preguntarle a mi papá porque le decían Pino. Mi mamá tampoco sabe, pero para mí es un honor que me digan como a él”.
¿Cuáles fueron sus primeros clubes?
“En Rionegro, con el profesor Ariel Bustos en la escuela Cafeteros, él me ayudó mucho, y después estuve con el profe Adolfo Holguín, también con el profe José Cogollo en Botín de Oro y Luis Castellanos en Real Caracolí”.
¿Pero Botín de Oro y Real Caracolí son clubes del área metropolitana de Bucaramanga, cómo hacía para trasladarse desde Rionegro?
“Me venía en bus los días de los entrenamientos y los partidos y después me regresaba de la misma forma. Era un sacrifico muy grande, pero lo hacía con gusto porque era lo que me apasionaba y estaba detrás del sueño”.
¿Y cómo hacía con el estudio?
“Se me complicaba un poco, porque no me quedaba mucho tiempo, pero logré terminar el bachillerato”.
¿Siempre jugó en la mitad de la cancha?
“Siempre me gustó el ataque. Jugué de volante diez, de delantero y de volante extremo. Por mi velocidad y mi enganche me acostumbré a jugar de extremo, donde me siento cómodo”.
¿Y su paso al Bucaramanga?
“Estaba jugando con Real Caracolí el Torneo Nacional sub 17 y estaba jugando muy bien. Después jugué un Torneo de la Marte con el Club Deportivo Rionegro y el profe Robert Villamizar (DT de las divisiones menores del ‘Leopardo’) me vio y me invitó a probar con el Bucaramanga y afortunadamente quedé”.
¿Cuánto duró con el Bucaramanga sub 20?
“Todo el año pasado. Trabajé muy duró y nos fue muy bien. Se me abrieron las puertas con el equipo profesional”.
¿En algún momento dudó de llegar al fútbol profesional, teniendo en cuenta que muchas veces se manejan intereses que alejan a los jugadores santandereanos?
“Nunca dudé. Yo sé las condiciones que tengo y de la mano de Dios todo es posible. Trabajé duro y me sacrifiqué para conseguir lo que quería”.
El sueño cumplido
¿Cómo se dio el acercamiento al plantel profesional?
“Este año estaba jugando el Torneo de la Marte con el Atlético sub 20 y el profesor Diego Cagna me vio jugar y al otro día me dijo que subiera a entrenar con el equipo profesional”.
¿Y cómo tomó la noticia?
“Con una felicidad inmensa. Sabía que no había ganado nada y lo asumí así. Llegué a entrenar con muchas ganas y a demostrar que tenía las condiciones para estar”.
¿Fue difícil el cambio?
“Es un poco complicado porque no es lo mismo entrenar con jugadores de la misma edad y amateur, a foguearse con jugadores profesionales, pero uno se va acomodando a los trabajos y la confianza del profe y los compañeros fue importante”.
¿Cuánto tiene que ver Diego Cagna, DT del Bucaramanga, en su llegada al plantel profesional?
“Mucho, porque no todos se la juegan con un futbolista joven. Él es una excelente persona, que me dio la oportunidad y estoy trabajando para no fallarle”.
¿Cómo fue ese debut contra Junior en Barranquilla?
“Venía trabajando bien. En los partidos amistosos estaba jugando y una semana antes del comienzo del Torneo, contra Junior, el profe me ponía con los titulares y pensaba que estaba cerca de debutar”.
¿En qué momento se entera de que va de titular?
“El día de los convocados me enteré y ya el día del partido tuve mucha ansiedad, pero me sentí muy bien, porque cumplí el sueño de todo futbolista. El calor me jugó una mala pasada porque me dieron calambres y también me dio rabia porque perdimos, pero estaba tranquilo porque se hicieron las cosas bien”.
¿Qué es más difícil, llegar a ser profesional o mantenerse?
“Es difícil llegar, pero mantenerse es más complicado, porque la exigencia es mayor y el nivel de la competencia es muy alto. Estoy trabajando con mucha humildad y con mucho sacrificio para seguir mejorando”.
¿Cómo se ha entendido con los compañeros?
“Muy bien. Estoy agradecido porque el grupo me arropó. Son unos excelentes jugadores y me dieron mucha confianza para responder en el terreno de juego”.
¿Qué jugadores del plantel lo han sorprendido por su juego?
“Sherman Cárdenas y John Pérez tienen un talento innato, son unos cracks. En todo momento salen con jugadas muy buenas y yo simplemente trato de aprenderles y seguirlos para algún día ser como ellos”.
Y precisamente con ellos se entiende muy bien en los partidos
“Nos entendemos bien. Hemos practicado mucho en los entrenamientos, cuando hacemos los ronditos, y tratamos de trasladar eso a los partidos”.
¿Alguno de los compañeros le dejó algún mensaje que siempre lleva presente?
“Sherman me dijo que siga trabajando, que no he ganado nada. Que esto es paso a paso y que con el talento, pero sobre todo con el trabajo duro, se consiguen grandes cosas”.
Ya quedaron atrás los traslados desde Rionegro a Bucaramanga, ahora dónde vive
“Vivo en Piedecuesta y estoy muy agradecido con unos compañeros que nos están ayudando para pagar la vivienda”.
¿Esos compañeros son Sherman y Michael Rangel?
“Sí. Ellos nos están colaborando para pagar una habitación en Piedecuesta y estoy muy agradecido. Eso es una muestra de humildad muy grande de ellos y me motiva para no defraudarlos”.
¿Cómo vivió el día de su primer gol como profesional, ante Leones en el estadio Alfonso López?
“Me levanté muy motivado y con la tranquilidad de que jugaría un buen partido. Era un partido más para demostrar mis condiciones y afianzarme con el equipo. Por fortuna tomé el rebote, pude enganchar y rematar desde lejos para marcar”.
Después del gol, salió ‘disparado’ a buscar la cámara de televisión y a abrazar al entrenador Diego Cagna, qué fue lo que dijo
“Cuando me acerqué a la cámara lo que dije fue que el gol no era mío, que era de Dios y de mi papá, y también quería tener una muestra de agradecimiento con el profe Diego, que me dio la oportunidad”.
¿Cómo estaba el camerino el día del gol?
“El equipo estaba triste por el empate (2-2), porque tuvimos un mal primer tiempo y no se logró ganar en casa. En lo personal estaba tranquilo y contento por el gol, pero lógicamente compartía la rabia con el grupo por no poder ganar”.
¿Cómo analiza el inicio de temporada del Atlético Bucaramanga?
“Vamos por buen camino y estamos trabajando bien para conseguir los resultados. Sabemos del potencial de jugadores que tenemos y aunque los resultados no nos acompañan, creo que poco a poco el equipo toma la forma y vendrán cosas buenas”.
¿Y para qué está el equipo?
“Primero queremos meternos a los ocho y ya después pelearemos mano a mano por seguir avanzando. Tenemos que pensar en grande y, por qué no, en buscar el título”.
¿Tiene muchas libertades del cuerpo técnico para hacer su juego?
“Todo depende del momento del partido, pero el profe me da confianza para encarar. En algunos momentos me dice que le ayude al lateral, cuando el marcador de ellos se proyecta y otras veces me insiste que ataque por la banda”.
Como cualquier ciudadano de a pie
¿Qué hizo con el primer sueldo?
“De la primera quincena le di una parte a mi mamá y como debía unas cosas, las pagué y la utilicé para otras cosas que necesitaba”.
¿Qué le dice la gente cuando lo reconoce en el Metrolínea?
“A veces la gente me conoce y me saluda o me dice que siga así, que estoy jugando bien, y para eso trabajo, para que la gente esté contenta con mi desempeño en el equipo”.
¿Cómo asume el reconocimiento de la gente y de los medios de comunicación?
“Lo asumo con mucha humildad. La gente reconoce el trabajo de uno. No tengo problema de compartir con la gente, de tomarme una foto o dar un autógrafo. Con los periodistas es igual, tomo con tranquilidad lo que dicen de mí”.
¿Cómo se ve en el futuro?
“Pienso en el presente y en trabajar duro con el Bucaramanga, y ya después veremos qué pasa. Todo jugador sueña con salir a otros equipos y países, pero por el momento estoy enfocado en el Bucaramanga. Si hago las cosas bien, todo llegará en su debido momento”.
¿La selección Colombia también es un sueño?
“Claro, todos quieren jugar en la selección, pero eso es paso a paso, si en algún día se da, estaré muy contento”.
¿Y le gusta la actual selección?
“Es un gran equipo, que va a disputar otro Mundial y ojalá le vaya muy bien. Tiene excelentes jugadores y ya han demostrado que pueden hacer cosas grandes”.
¿Qué jugador admira?
“Siempre me ha gustado Lionel Messi. Me gusta verlo siempre en los partidos”.
¿Cuando no está en el tema fútbol, qué le agrada hacer?
“Me gusta escuchar música, estar en el apartamento y a veces salir a centros comerciales, para distraernos, pero concentrados en el fútbol para estar enfocados en la competencia”.
¿Qué tipo de música le agrada?
“La música cristiana me llama la atención y también me gusta el vallenato”.
¿Qué compraría primero, la casa o el carro?
“Estoy tranquilo. Por ahora pienso en ayudarle a mi mamá y más adelante pensaremos en la casa o el carrito, si Dios quiere”.
¿Cuál entrenador fue importante en su carrera?
“Creo que de todos aprendí mucho. Ariel Bustos, José Cogollo, Luis Castellanos y Adolfo Holguín”.
¿El día más triste?
“El día que falleció mi papá, pero yo sé que él desde el cielo me apoya y es el ángel que me cuida”.
¿El día más alegre?
El día del debut, porque soñaba con eso. Mi papá y mi mamá hicieron muchos sacrificios para sacarme adelante”.