Esto, supone una gran diferencia ya que en los primeros seis meses de 2012 el total del sistema tuvo una utilidad de $16,7 billones.
Según el Superintendente, Gerardo Hernández, la profunda caída obedece a la desvalorización de los TES.
Las sociedades administradoras de fondos de pensiones y cesantías fueron las que impulsaron la caída con una pérdida de $4,9 billones, seguido por las fiduciarias que cayeron $2,6 billones.
Mientras los establecimientos de crédito, tuvieron una utilidad favorable de $3,9 billones y las aseguradoras, $197.000 millones.
De acuerdo con el presidente de Asofondos, Santiago Montenegro, la baja de utilidad en estos establecimientos no corresponden un riesgo alto para los inversionistas. “Nosotros seguimos con una rentabilidad de largo plazo superior al 9% real, lo que es excelente”, señaló.