Colombia
Se desgranó el precio del maíz amarillo en Colombia
Dos factores económicos se alinearon, pero en contra de los sembradores de maíz en el país, al punto de que tumbaron el precio interno del grano de uno de los cultivos que pretende llegar a ser el 30% de las iniciativas del programa Colombia Siembra, con un millón de hectáreas nuevas al cierre de 2018.
Se juntaron en su contra una mayor oferta internacional de maíz amarillo y el dólar a la baja.
Lo anterior llevó a que el precio interno cayera de $800 mil la tonelada a $600 mil; es decir, se cayó un 25%.
De acuerdo con Henry Arciniegas Angarita, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cerealistas y Leguminosas, Fenalce, en este momento los maiceros están trabajando a pérdida.
Y es que las cuentas son claras: el que logre producciones de 6 toneladas por hectárea a $600 mil obtendría $3.6 millones frente a unos costos que están por el orden de los $4 millones por hectárea.Así, están perdiendo $400 mil por hectárea.
Sin embargo, un productor de la zona de Aguachica, sur del Cesar, afirma que las pérdidas son mayores, porque la media en producción de maíz está por debajo de las cinco toneladas en el país.
“Hay personas que están asumiendo pérdidas cercanas al millón de pesos por hectárea”, agregó.
Arciniegas Angarita dijo que si bien es cierto que perder desestimula las nuevas siembras, en esta oportunidad las producciones están ayudando a palearlas, ya que se contó con un aliado: el clima, que no fue ‘Niño ni Niña’.
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Ayudas urgentes
El directivo gremial expresó que esta coyuntura es el fiel reflejo de que el sector debe blindarse para poder seguir produciendo sin contratiempos.
“Le hemos venido planteando al Gobierno Nacional las implementaciones de unos apoyos. Los maiceros requieren que las coberturas de precios sean permanentes, subsidios al almacenamiento mientras exista la entrada al país de maíz cero arancel y ampliación de la cobertura del seguro de cosecha”, dijo Henry Arciniegas Angarita. En el último punto, dijo que ya se tiene el primer gran tropiezo, pues “lo grave es que para el seguro agropecuario en 2017 se tuvo un recorte muy alto y muestra de ello es que solo contaremos con $5.000 millones frente a los $60 mil millones del año anterior”.
Respecto al maíz blanco, precisó que la situación es más estable, porque es de consumo humano y no para usos agroindustriales. Además tiene un “plus” que es fuerte: es de mejor calidad que el importado, ya que se cultiva, principalmente, en las zonas de laderas por parte de pequeños productores.