Colombia
Grandes pérdidas en Caño Limón por atentados y hurtos
Cincuenta y siete días fuera de operaciones, completó el oleoducto Caño Limón-Coveñas, uno de los más importantes para el transporte y exportación de petróleo colombiano, como consecuencia de una escalada de atentados y la instalación de válvulas ilícitas por parte de grupos al margen de la ley.
Así lo dio a conocer Ecopetrol por medio de un comunicado.
Según el documento, desde el pasado 30 de mayo el bombeo de petróleo se encuentra suspendido, debido a que se presentó un derrame de crudo en la vereda Cerro Madera, en el municipio Tibú, en Norte de Santander, producto de la instalación de una válvula ilícita. La emergencia fue atendida por la compañía activando un plan de contingencia para contrarrestar el impacto ambiental.
“Posterior a esa fecha, se ha incrementado la instalaciones de conexiones ilegales. Los técnicos y operadores de la empresa han identificado 17 válvulas, y se reportaron ocho nuevos atentados”, destaca el comunicado.
Ataques y hurtos
El más reciente de los ataques contra esta infraestructura se registró el pasado viernes 21 de julio en la vereda La Granada, municipio Saravena, en Arauca, el cual produjo rotura del sistema y derrame de crudo en un área de unos 2.500 metros cuadrados de suelo y capa vegetal.
En lo corrido del año se han registrado 38 ataques al sistema de transporte de petróleo en Arauca, Boyacá, Cesar y Norte de Santander; y se han identificado y retirado 27 válvulas ilícitas instaladas para el hurto de crudo en ese último departamento.
Según se informó, los atentados y la instalación de conexiones ilícitas a lo largo del oleoducto han dejado una afectación ambiental de 13.300 metros cuadrados en 2017.
Con corte al mes de mayo, estas acciones ilegales han provocado el derrame de 11.064 barriles de petróleo y el hurto asciende a 100.000 barriles.
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Reparaciones
La empresa petrolera afirma que ante los atentados, se despliegan las labores de reparación del oleoducto. Sin embargo, se han retrasado debido a los continuos hostigamientos con disparos a los helicópteros que transportan el personal, así como la incineración de maquinaria y la instalación de minas antipersona en algunas zonas donde se han cometido los ilícitos.
“Ecopetrol rechaza estas acciones ilícitas que ponen en riesgo la vida e integridad de las personas, atentan contra el Derecho Internacional Humanitario, afectan gravemente el medio ambiente y el bienestar de las comunidades, así como el normal desarrollo de las actividades petroleras”, anotó Juan Carlos Echeverry, presidente de la entidad.