Temporada seca se prolongará varios días en el departamento
La fuerte temporada seca que se vive en Santander, trae consigo varias situaciones: pérdida de cosechas, incendios forestales, reducción de producción y merma sustancial de los caudales de los ríos.
Aunque se había anunciado por parte del Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, Noaa, de Estados Unidos, y del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, presencia moderada del fenómeno La Niña en el primer trimestre del año (tradicional temporada seca), éste solo apareció (a la fecha) en diciembre (2017) y primeras dos semana de enero (2018). De ahí en adelante, “floreció” una fuerte luminosidad y altas temperaturas; es decir, un verano en todo esplendor en Santander.
De acuerdo con Luis Alfonso López, meteorólogo de la Oficina de Pronósticos y Alertas del Ideam, esta temporada seca en Santander se debe a la condición fuerte de los vientos alisios del nordeste que alejan la nubosidad de la zona.
Frente al fenómeno La Niña dijo que estamos aún en una etapa de desarrollo y se estima sea, por lo que ha sucedido hasta el momento, de intensidad leve y no se extendería más allá de los dos meses; es decir, será de poca duración y de baja intensidad.
“Cuando se presenta un fenómeno con esas características y condiciones, la afectación de las lluvias en el país es débil y poco significativas; y lo anterior da pie para que otros fenómenos en escala de tiempo diferentes incidan en la condición de lluvias”, agregó.
Lo anterior explica, la temporada seca que se presenta en Santander; que ante la variabilidad climática que se vive, podría cambiar en ocho días.
Esa falta de lluvias e intenso periodo seco, que tradicionalmente se tiene desde el 15 de diciembre al 15 de abril, ha llevado a que estén en alerta roja 33 municipios por amenaza moderada de incendio, de acuerdo con el reporte de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres de la Gobernación de Santander.
En ese listado están: Aratoca, Barichara, Barrancabermeja, Betulia, Bucaramanga, Cabrera, California, Cepitá, Charta, Curití, Floridablanca, Galán, Girón, Guaca, Hato, Lebrija, Los Santos, Matanza, Mogotes, Molagavita, Piedecuesta, Puerto Parra, Puerto Wilches, Rionegro, San Andrés, San Gil, San Vicente de Chucurí, Santa Bárbara, Simacota, Socorro, Suratá, Tona y Zapatoca.
En alerta naranja se encuentran: Capitanejo, Carcasí, Concepción, Enciso, Jordán, Macaravita, Málaga, Onzaga, San Joaquín, San José de Miranda, San Miguel y Villanueva.
Los incendios han destruido 85,5 hectáreas en el departamento; siendo Guepsa la más afectada con 22 hectáreas, seguida de Bucaramanga (12 hectáreas), Girón (18 hectáreas), Sabana de Torres (8,5 hectáreas), Lebrija (8 hectáreas) y San José de Miranda (4,5 hectáreas).
Escasea el agua potable
Según indica la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres de la Gobernación de Santander, la baja del caudal de los ríos en el departamento ha llevado a que se tenga desabastecimiento parcial de agua potable en Güepsa, Guavatá y Aratoca.
Con relación a los ríos Magdalena, Carare, Suárez, Chicamocha, Sogamoso y Río de Oro, todos presentan niveles muy por debajo de las cotas de inundación.