Colombia tuvo un regular desempeño este año
El Banco de la República afirma que el Producto Interno Bruto (PIB) del 2017 no crecerá más allá del 1,6 %, y en estos pronósticos coinciden buena parte de los sectores económicos en el país.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), por ejemplo, aseguró que el crecimiento alcanzará el 1,8 %, lo que implica una leve desaceleración. Entidades como BBVA le apuestan al 1,5 %, Bancolombia al 1,6 % y Corficolombiana al 1,7 %.
Para la Dirección Ejecutiva de Estudios Económicos de Davivienda, el año ha estado marcado por una serie de eventos que han hecho que la economía crezca menos de lo esperado.
“Entre ellos están la pobre respuesta de las exportaciones tradicionales, el hecho de que el programa de Concesiones Viales de Cuarta Generación ha tenido menos dinamismo frente al inicialmente anticipado, y los efectos del IVA sobre los niveles de confianza y de consumo de los hogares”, afirma Davivienda.
En este punto coincide Sergio Clavijo, director de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, quien asegura que “la desaceleración económica durante 2017 terminó siendo más fuerte de lo pensado (en línea con el escenario estresado que habíamos planteado a inicios de año), lo cual nos llevó a elevar su riesgo de la segunda a la primera posición. Como hemos mencionado en anteriores ocasiones, este es un resultado ‘natural’ del ajuste que producen los altos déficits externos. De hecho, el propio gobierno ha optado por ‘sincerarse’ y reducir su proyección de crecimiento para 2017 del 3.5 % (hace un año) al 1.8% actualmente”. Pero, explica el experto, materializar esta proyección dependerá de: 1) la estabilización de los precios del petróleo en al menos US$60 el barril; 2) el impulso que generen las obras 4G para contrarrestar las contracciones de las edificaciones; y 3) el efecto del paro de pilotos de Avianca sobre el sector de transporte y sus encadenamientos con el sector de comercio-turismo.
Tasa del emisor: estímulo a la actividad económica
En cuanto a la tasa de intervención, en opinión de los analistas, el Banco de la República fue relajando paulatinamente su postura de contracción.
La tasa de intervención disminuyó 300 puntos básicos, del 7,75 % en noviembre de 2016 al 4,75 % al finalizar noviembre de 2017.
Esto representó un estímulo a la actividad económica, aunque con rezagos.
Para los analistas de Bancolombia, el principal argumento para dar una pausa al ciclo de recortes fue la necesidad de contar con mayor información sobre el comportamiento de los precios y la actividad productiva, y de esta manera conducir de forma óptima la fase terminal del actual ciclo de recortes. “El único elemento en el que la decisión difirió de nuestra expectativa fue en la composición de la votación. Esperábamos que se diera por mayoría y no por unanimidad, como finalmente ocurrió. Esta es una señal de la cautela que prima al interior del Emisor, lo que implica que, para que se concrete el siguiente recorte, es necesario un buen resultado inflacionario al cierre de 2017 y un incremento moderado en el salario mínimo”, señalan los especialistas.
La meta de la inflación se cumplirá
De acuerdo con el DANE el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el país fue de 3,69 % en lo corrido del año a noviembre, es decir, 1,62 puntos porcentuales menos que en el mismo periodo del año anterior (5,31 %).
El grupo que registró la mayor variación fue Educación con 7,4 % (6,34 % en noviembre de 2016), pero es de anotar que seis de los nueve grupos de gasto registraron una variación menor que la presentada en el mismo periodo del año pasado. Entre estos están: alimentos, vivienda, vestuario, salud, transporte y otros gastos.
La meta del Banco de la República para final de año está en el rango de entre 3,0 % y 4,0 %. Felipe Esteban Espitia, analista Macro de Alianza Valores considera que la meta de la inflación del 2017 se cumplirá y estaría por encima de 3,8 %. En línea similar Davivienda considera que a pesar del incremento en la inflación total a 4.12 %, “en el cierre del 2017 y la primera parte de 2018 predominarán las presiones a la baja en los precios. Las menores presiones por indexación de precios y la ausencia de aumentos por cuenta del IVA son los principales factores que mantendrían las presiones a la baja”, aseguran.
Para Corficolombiana este indicador cerrará 2017 con 3.9 %.
Desempleo: tarea pendiente
Durante 2017, la tasa de desempleo nacional se ha mantenido más bien estable. De acuerdo con Davivienda, sin embargo, al desagregar las cifras se observa que el aumento en el desempleo en las 13 principales ciudades del país, originado principalmente en la pérdida de empleos en los sectores de comercio e industria manufacturera, se ha prácticamente compensado por el aumento del empleo en el resto del país.
La generación de empleo en estas regiones se debe, en gran parte, al buen desempeño del sector agropecuario que viene recuperándose después de un año de poco dinamismo a causa del fenómeno de El Niño.
Para el economista y académico Oscar Becerra, de hecho, la tasa de desempleo de las 13 principales áreas metropolitanas es la que ha cedido más y es probable que cierre 2017 en niveles superiores a 10,5 %, por encima del nivel observado en 2016 (10 %). De continuar esta tendencia, el próximo año probablemente veremos una tasa de desempleo nacional en el orden de 10,5% y 11%.
Repunte importante en las exportaciones tradicionales
Precisamente para Fedesarrollo, la recuperación reciente de los precios internacionales del petróleo y el carbón, y los mejores niveles de producción de este último, han implicado un repunte importante en las exportaciones tradicionales, que cerrarán el 2017 con un aumento de 26,7 % tras una caída de 19,2 % en 2016.
“Gracias a esto, y al mejor comportamiento de las exportaciones no tradicionales, el déficit de cuenta corriente se reducirá significativamente, en un monto cercano a los 1,8 billones de dólares, aun cuando las importaciones crecerán cerca de 4,0 % en dólares. Esta recuperación en las exportaciones se traducirá a su vez en una mejora en las cuentas fiscales para el año entrante, cuando según las proyecciones del Gobierno, la renta petrolera (suma de impuestos más dividendos que recibe la Nación) alcanzará un 0,3 % del PIB, tras dos años en donde este monto fue prácticamente cero”, asegura la entidad.