La Esmeralda supera los retos siempre innovando
El objetivo de Industrias La Esmeralda es brindar soluciones de enfriamiento, hidratación y empaque a través de la fabricación de hielo, frigorífico, empaques PET y embotellado de agua, por eso no dudan en innovar constantemente en los servicios que ofrecen.
La idea de este proyecto, convertido en empresa, es de Isidoro Rey, un empresario con 91 años de edad y 60 de experiencia en el sector industrial del hielo. Hoy trabaja junto a tres de sus 13 hijos, y un nieto, entre otros familiares.
Este cepiteño de nacimiento, llegó a Bucaramanga en compañía de su familia siendo muy pequeño. En busca del sustento diario, trabajaban en fincas tabacaleras de la ciudad que estaban ubicadas cerca al hoy conocido barrio Provenza.
Sin embargo, el tiempo les fue abriendo nuevas oportunidades de trabajo. Primero fue a su hermano mayor Juan, quien empezó a trabajar en la única fábrica de hielo que había en la ciudad y tiempo después vinculó a Isidoro.
“Aunque el consumo de hielo era muy bajo en la ciudad, con el paso de los años vino el desarrollo de infraestructura vial, empezó a llegar el pescado del Río Magdalena y a existir la necesidad del hielo industrial para conservarlo, esto impulsó a que mi papá decidiera independizarse. Fue ahí cuando compró su propio terreno y montó la empresa. Inicialmente se llamaba El Pingüino. Estamos hablando de los años 50”, cuenta con orgullo Hermes Rey, hijo y mano derecha de don Isidoro.
Para conservar el pescado
Como lo proyectó el empresario, la demanda del hielo fue creciendo. En medio de un proceso de divorcio matrimonial, El Pingüino dejó de existir y el emprendimiento familiar renació transformado en La Esmeralda.
La venta de hielo industrial continuaba siendo un buen negocio, con una rentabilidad significativa, entonces abrió otros puntos de venta ubicados en Puerto Wilches, Banco Magdalena y Barrancabermeja
“Era un negocio rentable, hasta que llegó el deterioro del ecosis- tema. Todos los criaderos que habían los convirtieron en fincas, y poco a poco desaparecieron, así que la demanda de hielo para pescado empezó a bajar, lo que llevó a cerrar los puntos que teníamos a la orilla del río”, relata Hermes.
A partir de ahí la situación fue diferente: “llegó un momento en el que se pensó que el negocio tenía su fin, pues se dejó de vender hielo para este uso que antes representaba el 100% de la producción y que hoy no alcanza ni el 5%, esto como consecuencia de las cortas temporadas de pescado que hay”.
La familia Rey sólo tenía dos alternativas: reinventarse o cerrar sus puertas.
“Se dio la oportunidad de comprar la fábrica de un familiar, remodelamos esa nueva planta y buscamos una nueva oportunidad de negocio que consistía en ofrecer hielo para la industria de la construcción y alimenticia (conservación de alimentos y plantas de sacrificio de la industria avícola). Fue otro boom de venta”, recuerda el actual Subgerente de Industrias La Esmeralda.
Ya con las dos plantas, ubicadas en el Norte de Bucaramanga y en la Zona Industrial de Girón, los propietarios reactivaron la empresa; sin embargo “el negocio del hielo es muy frágil y a este nuevo servicio le salió competencia. Las mismas plantas de sacrificios montaron sus productoras de hielo y el negocio volvió a decaer. Aunque actualmente se sigue atendiendo a la industria agrícola, no es en la misma cantidad que antes”.
Adicionalmente, ofrecen servicio de frigorífico para productos perecederos del sector Alimentos: “Tenemos la experiencia en conservación y refrigeración apoyados con la tecnología más moderna en equipos de enfriamiento”, complementan los demás parientes de Isidoro.
Fortaleciendo la compañía
Saben que la innovación lleva al crecimiento empresarial, esto lo aprendieron con el tiempo, por eso siempre están a la vanguardia de ampliar el portafolio de servicios.
Los años de experiencia también les mostraron la importancia de definir roles dentro de la compañía familiar, la cual ya cuenta con la colaboración de la tercera generación de los Rey.
Isidoro continúa al frente de la gerencia, definiendo y dando la aprobación final a las nuevas propuestas organizacionales, su hijo Hermes es subgerente y se encarga de ampliar el portafolio de servicios, mientras que su hija Ercilia está encargada del área administrativa y recursos humanos; su otra hija, Olga Lucía, es administradora de la planta principal, y su nieto Javier Serrano es el Coordinador de Mercadeo de la marca.
Desde hace 10 año, Industrias La Esmeralda incursionó en nuevos servicios: hielo en cubitos y agua con marca propia: “inicialmente lo hicimos con el servicio de hielo en cubitos, que es para el consumo humano y se distribuye en restaurantes, bares, discotecas, reuniones sociales, grandes eventos o simplemente para consumir en el hogar”.
Y seis años más tarde, tras perforar un pozo profundo en el que encontraron agua cristalina, incursionaron en el agua en botella, producto que cuenta con alta pureza y envasada cumpliendo estándares de calidad.
“Con nueva tecnología y una producción a escala, desde hace cuatro meses elaboramos y producimos agua La Esmeralada, la tenemos en la presentación de bolsa, tamaño 360 ml, y en botella que se encuentra con gas y plana, en tres presentaciones: 600 ml, 330 ml y 250 ml”, explica Hermes.
También maquilan el vital líquido para empresas de la ciudad: restaurantes, gimnasios, licoreras, reposterías y heladerías. Además están en conversaciones con un distribuidor en Curaçao, con miras a extender el negocio familiar más allá de las fronteras nacionales.