Regreso al viñedo de la infancia
Es por ello que, ante el regreso de Jean, asumiendo su nuevo rol de padre y esposo, sus dos hermanos vivirán, a su modo, este reencuentro, no solamente con su sangre, sino con todo aquel pasado cuando el vino fue el punto de partida de un negocio familiar que ahora estos tres hermanos tendrán que mantener. Como es de esperar, los conflictos surgen; el pasado con sus heridas no resueltas llevará a situaciones extremas a esta particular familia.
“De regreso a Borgoña”, película en la que el vino es un elemento ambivalente. Punto de encuentros, pero, al mismo tiempo, generador de recuerdos tristes, de momentos desagradables. Este nuevo filme de Klapisch es, como diría Aristóteles, una cercana “representación” de la vida. Juliette, Jean y Jérémie, tres miembros de una familia, como adultos, tendrán que retomar esos lazos de unión y camaradería de la infancia para encaminarlos a un próspero negocio familiar. Su pasado, su presente y su futuro seguirán mediados por su rol de vinicultores. La figura paterna es una presencia activa en ellos; muy al estilo de las obras trágicas griegas, en que el personaje que ha fallecido llega a tener un papel protagonista.
“Ce qui nous lie” es una película familiar que permite que el espectador pueda compenetrarse con la fotografía; los paisajes de Borgoña son retratos de un pasado familiar que cobra vigencia. Tres hermanos, tres perspectivas, un mismo camino: el vino. Una obra ambientada en un contexto rural que retrata los conflictos de índole familiar no resueltos en la infancia; que genera un reencuentro con los orígenes de todo ser humano.