Ojo con lo que refleja en su vida
Un espejo, además de mostrar la realidad, debe armonizar cada espacio de su casa o de su entorno.
Complementaría esta reflexión diciendo que este ‘vidrio’ también tiene que reflejar la cara positiva de su mundo.
No es gratuita la adición que le hago a esta frase. Porque con un espejo se puede dirigir el flujo de energías hacia aquellas zonas en las cuales uno siente que se ha estancado.
Por eso, el espejo de su vida debe visualizar todas sus metas. De nada sirve quedarse oculto en los rincones o en los pasillos de las frustraciones.
Si el espejo de su vida solo sirve para ver lo negativo, su mundo se verá como un cuerpo sin alma, pues sus pensamientos se desviarán y le reducirán el entusiasmo.
Si bien muchas personas utilizan a menudo los espejos para recuperar zonas ausentes, activar puntos débiles, multiplicar simbolismos y desviar la mala vibra, siempre con la intención de mejorar un espacio, usted también debería hacer lo mismo con el reflejo de su alma.
Quiero aclararle que no le estoy diciendo que se compre un espejo para que él ‘le diga’, como en el cuento de Blancanieves, que usted es el más bello del mundo.
¡El asunto no es así de literal!
Lo que quiero precisarle es que su actitud, más allá de los problemas que lo agobien, debe ser esperanzadora. Su entusiasmo no debe seguir siendo solo un elemento decorativo de su personalidad.
Su pensamiento es una herramienta que, bajo su efecto refractivo, debe darle una claridad mental para saber qué hacer ante las cosas que le ocurren.
Mejor dicho: Quiero solicitarle que deje de pensar que siempre es el ‘de malas’. Si cometió un error, enmiéndelo; si se está mojando con la lluvia, o la disfruta o busca un paraguas para protegerse; si padece alguna enfermedad, póngase en tratamiento; si se siente feo haga algo para verse atractivo; y si no tiene plata, búsquela.
¡Bueno! En el tema del dinero ojalá que lo encuentre por la vía legal, ... ¡Valga la aclaración!
Y si hay cosas que definitivamente no puede cambiar, déjelas ir. Es mejor preocuparse por aquello que sí está en sus manos cambiar.
Porque también le corresponde tener la capacidad de relajarse y hasta de reírse de sí mismo, transformando de una manera sana las cosas a su alrededor.
Debe enfocarse en sus fortalezas, no en los defectos. Dedíquese más a tener una imagen positiva de usted mismo.
Dicho de otra forma: el hecho de que reconozca sus debilidades no quiere decir que tenga que permitir que ellas tomen el control de su vida.
Eso sí, debe aprender de los errores y tratar de hacer las cosas lo mejor posible la próxima vez.