Bucaramanga
¿Cuál zona de confort?
Hay personas exigiéndole al mundo nuevas posibilidades y ni siquiera se atreven a soltar las cosas viejas que le han ido oxidando sus almas.
Hablo de esos que demandan mejores oportunidades, pero se comportan como “rancios”. Ellos, desde sus denominadas ‘zonas de confort’, quieren que les lluevan bendiciones y sin comprometerse a arriesgar nada.
Es cierto que a quienes viven así, de manera literal, les da miedo abandonar sus cargos, lujos o posiciones actuales. No entienden que el famoso ‘confort’ del que hablan no es más que un cajón que los atrofia.
Sé que aventurarse a lo desconocido es complicado, sobre todo cuando se cree que se tiene el control. Sin embargo, el mundo gira y nada se queda quieto.
Mi padre siempre me decía: “Hijo mío, si no mejoras día a día querrá decir que vas en sentido contrario”.
¿A qué vengo con el recuerdo de ese consejo paternal?
A que ni usted ni yo podemos limitarnos, ni negarnos la posibilidad de cambiar.
Y la única forma de poder superarnos consiste en atrevernos a dar ese primer paso. Si bien hacerlo no nos llevará de inmediato hacia donde queremos, sí es claro que estaremos más cerca de nuevas metas o al menos empezaremos a salir de esos lugares aburridos y somnolientos en los que solemos encontrarnos.
Ojo: No los estoy invitando a ‘lanzarse al vacío’.
Solo estoy hablando de sacar de la mente las cosas del ayer que nos frenan o que nos impiden crecer.
Es fundamental que todos hagamos una reflexión personal en torno a lo que estamos viviendo y, de alguna forma, pensar en una vida más alentadora.
Debemos empezar por admitir o confesar que “queremos más, pero nos comprometemos menos”.
¡Claro está que las cosas no se consiguen de la noche a la mañana! Esto tampoco es cuestión de suerte.
¡Es un asunto de actitud y de ganas!
Cuántos andan aburridos en sus puestos de trabajo protestando por el pírrico salario que reciben, pero jamás se atreven a emprender otros proyectos laborales.
¿Por qué no ser los jefes de sus propias iniciativas?
Ahora bien, el tema no es solo ocupacional. En todos los aspectos de la vida hay que crecer.
Yo le pregunto: ¿Por qué no cristaliza sus sueños? Si no lo hace seguirá despertándose cada día en esas absurdas ‘zonas de confort’ y rumiando frustraciones.
El primer paso en este proceso es creer que puede hacerlo. El momento para actuar es hoy, no mañana. El camino a la felicidad puede comenzar con ese primer paso que dé.
La vida es una escalera y hay que vivirla peldaño a peldaño; pero si se queda en un solo escalón, jamás tocará el cielo con sus manos. No renuncie a llegar a lo más alto y, de una vez por todas, gobierne su vida.