Bucaramanga
Refleje y asuma una actitud positiva
No tiene sentido que se pase la vida quejándose o renegando de lo que le sucede, de lo que ‘le toca’ realizar o de la supuesta mala suerte que lo persigue.
Ese papel de víctima o de desdichado ni le sienta bien ni mucho menos le permite proyectar una buena imagen.
¿Qué pretende lograr al hablar más lo que le duele que de lo que le gusta?
Le sonará algo egoísta, pero cuando me encuentro con alguien quejumbroso prefiero dar un paso al costado y dejo que se sumerja en su amargura.
Nunca he entendido qué de bueno puede haber en estar junto a alguien que suele ver un futuro oscuro.
En cambio sí me impacta la gente que asume una actitud esperanzadora. Y tal vez se lea interesada mi posición, pero cuando me acerco a alguien así me contagio de una energía tal, que me hace creer que a mí también todo me sonreirá.
¡Me fascina ese tipo de contagio!
Buscar el lado positivo ayuda más que quedarse con los brazos cruzados o que ir de persona en persona relatando las penas.
Es preciso ver más allá y no creer que se vino a este mundo a sufrir.
¡Ni más faltaba!
Debe observar las cosas con más objetividad y comprender que siempre tiene muchas razones para sentirse bien. Perciba su entorno de una manera más optimista.
En medio de su cotidianidad, que a veces le parece tediosa, existen poderosos motivos para ser feliz. Cada día hay 24 razones para aprovechar y disfrutar. Dicho de otra forma, cada amanecer encuentra un día lleno de posibilidades y de alternativas.
Aprenda a cumplir sus agendas de una manera más halagüeña. Si no lo hace, perderá las buenas oportunidades que se le van a presentar y no disfrutará de los retos que la vida y que Dios mismo le van a plantear.
Quiero invitarlo a que no se resigne a vivir en el tedio; hacerlo sería un craso error. La ‘buena vibra’ alimenta más.
Es fundamental asumir el reto de enfrentar la vida con alegría y dignidad; de esta forma manejará las circunstancias que deba asumir con serenidad y, por ende, todo lo que quiera lograr o lo que se proponga conseguir será suyo.
Es algo así como atreverse a vivir la vida que quisiera contar.
Una última recomendación: No son las vías de la imposición, del abatimiento o de la terquedad las que podrán dirigir las acciones a ejecutar; sino los trayectos de la esperanza, de la dedicación y de la perseverancia.
¡Dios lo bendiga!