Farándula
Trump: ¿Detrás del ‘error’ de los Oscar?
Más de uno quedó con la boca abierta al final de la ceremonia de los Premios Oscar 2017. Lo que en un principio parecía una broma de mal gusto, al mejor estilo ‘Steve Harvey’, resultó ser una verdad que no tuvo piedad con ninguno de los implicados.
Después de dos minutos de discurso de agradecimiento por parte del equipo de La La Land, ante lo que sería su triunfo en la categoría de mejor película, la alegría se vendría abajo cuando un miembro de la logística se acercó para decir lo inevitable: la ganadora era Moonlight, del director Barry Jenkins.
Para los espectadores resultó ser no más que una “simple equivocación”, pero ¿qué hubo detrás de lo sucedido más allá de lo que se vio y no se vio ante las cámaras? ¿Se trató realmente de un “error”?
La bochornosa situación evocó lo sucedido en Miss Universo 2015, cuando minutos después de ser anunciada la ganadora, el anfitrión de la noche aclaró que se trataba de una confusión. Miles de hipótesis surgieron al respecto, pero una de las más controversiales fue la que apuntaba a que el reciente nombrado mandatario estadounidense había metido mano en la decisión final.
Se trataba de la primera ceremonia en la que Trump ya no figuraba como presidente del concurso, saliendo en no muy buenos términos después de tener, entre otras cosas, problemas personales con la representante de ese momento, Paulina Vega, de Colombia.
Algunas fuentes cercanas al equipo del concurso afirmaron que se trató de un boicot público patrocinado por Trump con el fin de vengarse de la organización, y malos manejos, a la hora de entregar su puesto.
“Él tenía planeado todo lo que iba a suceder ese día. Quería vengarse de la Miss Universo de ese momento (Paulina Vega) y además dejar la imagen del concurso por el piso. Quiso demostrar su poder y lo logró”, afirmó una fuente cercana a la dirección del concurso.
Para algunos expertos, lo sucedido el pasado domingo en los Oscar no fue producto de la casualidad: “Trump sabía perfectamente que la ceremonia estaba preparada en su contra y con el fin de desprestigiar su imagen, con lo que no contaban es que él sería quien se encargaría de ponerle la cereza que le faltaba al pastel”, dijo una fuente para E!entertainment, quien además afirmó que “el Presidente siempre está al tanto de quien quiera molestarlo, y nunca se queda con los brazos cruzados”.
Aunque el mensaje de rechazo contra el racismo, la xenofobia y la homofobia fue una constante en la gala de premiación, lo cierto es que en el momento cúspide en el que la libertad y la inclusión serían la moraleja del cuento, los papeles se voltearon y resultó ser más bien otra: “No te metas con Trump”.