Santander
Corrija a los hijos
Sucede, por lo general en padres primerizos, que tienden a confundir “querer” con “permitir”; es decir, aquellos que, aunque entendible, les duele regañar o corregir a un hijo cuando este no se porta bien.
Entienda que usted es su papá o su ma-má y por lo tanto tiene to-do el peso de la autoridad para enseñar durante la crianza lo que es bueno o malo, con el fin de que su educación primaria sea óptima en el desarrollo de un ser humano.
Olvídese que usted como padre solo debe cubrir las necesidades básicas de su hijo y dejar a un lado otras tareas.
Existen deberes que tienen que ver mucho más allá de lo material y se refieren a sus enseñanzas.
Los expertos indicaron a Vanguardia Liberal que se debe estar atento a las señales que el hijo envía por medio de su comportamiento cuando está tomando una conducta fuera de lo normal y que podría alterar considerablemente sus relaciones familiares y sociales. Cuando un hijo o hija pide e inmediatamente se le da, es un signo de egoísmo. Al no corregir esto a tiempo, posiblemente no podrá convivir de manera saludable con otras personas o hasta podría acudir a agresiones con tal de conseguir lo que desea.
Es momento de desempolvar esas viejas pero importantes frases de mamá: “yo a su edad…”, “porque lo digo yo”…, entre otras que tal vez usted juró jamás repetir. Por ejemplo estas dos, enseñanzas a sus hijos quién tiene autoridad y además, que usted puede ser un ejemplo en su proceso educativo.
De la mano de expertos despeje algunas dudas y entienda que corregir es amar. Siempre se está a tiempo cuando se hace de la mejor forma. No caiga en el error de malcriar y más bien eduque a un niño para que llegue a ser un buen hombre.
Omar Corredores
Sicólogo
“Siempre soy partidario del diálogo y la comunicación, claro está con ejemplo. Antes de que su hijo le manifieste su inconformidad con pataletas y grosería, logre una comunicación efectiva: pregúnteles constantemente cómo se sienten, esté pendiente de sus comportamientos cuando están solos o en sociedad; nunca les prometa cosas. Por ejemplo, que “si se porta bien, le compro, le doy, le regalo, lo llevo”, este tipo de estrategias, es un leve índice de mala crianza”, señala el experto en sicología.
Así mismo, dio unos tips para conseguir una buena comunicación con el niño: “colóquese a la misma altura que el pequeño. Si es necesario arrodíllese o siéntese en el piso. Siempre haga contacto visual con el menor mientras le habla y mientras le escucha. Si el pequeño está llorando, triste, enojado, puede esperar un momento, acariciarlo, darle agua, pero nunca haga burla de su estado. Utilice un tono de voz firme, pero bajo. Cuando el pequeño esté explicando, no lo interrumpa. Interróguelo en su momento. Usted como padre debe mantener la calma siempre. No importa lo molesto que pueda estar”.
Alejandra Álvarez Díaz
Sicóloga
¿Cómo debe actuar un padre ante una mala conducta de su hijo?
Como en las cosas del amor aquí es lo mismo: la cabeza debe dominar el corazón. Es importante que un padre y sobre todo un madre, entienda que el hecho de corregir a un hijo, regañar, llamar la atención o como se le quiera ver, no es un signo de violencia ni mucho menos maltrato. Lo que estamos buscando es que dentro de la formación de un niño o una niña, se presenten normas, reglas y prohibiciones donde él o ella puedan entender lo que es bien permitido y lo que no. Un padre siempre debe tener autoridad moral para hacer lo que debe hacer. Una tercera persona jamás debe hacer la tarea de un padre. Esto además de confundir al niño, también desmerita su rol familiar y luego será difícil enmendar una situación.
¿En qué momento debe actuar de manera correctiva?
Es importante que un padre se autoevalúe en sus acciones. Se busca que sea un ejemplo para el niño, entonces no puede llegar a gritarlo ni mucho menos utilizar palabras mayores frente a él. Tampoco ir a pegarle. Siempre lo más importante y lo que yo recomiendo, es actuar como investigadores. Saber bien a ciencia cierta qué es lo que sucede, pensar de qué forma podemos hacer que el pequeño corrija la situación o que comprenda que no es lo debido. Así mismo, no siempre nuestro pequeño es el culpable, también enseñarle por medio de un mal ejemplo del otro, es un modo correctivo efectivo. Actúe como debe siempre y cuando esté seguro que su hijo cometió un error. No castigue por castigar, ni llame la atención porque sí. Tenga argumentos para hacerlo y hágaselo saber en un lenguaje directo, concreto, serio, con responsabilidad y sobre todo, ejemplo.
¿Un niño nunca dice mentiras?
Claro que sí las dicen. Y por eso es que propongo que los padres actuemos como detectives, con el fin de que la estrategia que vayamos a utilizar sea la correcta. Lo de las mentiras en los niños es un tema largo y complejo, pero podemos resumir en que un niño miente por una que otra razón: soledad, miedo, atención, rebeldía, en fin. Además de que debemos enseñarles que ocultar una verdad, también es una manera de mentir. Hay que hacerles entender la diferencia entre la realidad y la ficción, así mismo, las consecuencias cuando se miente porque puede traer resultados dañinos y negativos. Esto se puede detener de una manera temprana. No queremos un adolescente mentiroso.
¿En qué momento un padre se da cuenta de que puede estar siendo muy permisivo y está generando un daño?
Me atrevo a decir que cuando alguien decide ser padre, es el momento que en que tiene la suficiente madurez para conocerse como persona y ser consciente de su actuar. Leer, recibir asesoría profesional, conocer a su hijo, escuchar a su pareja y familiares, pueden servir de ayuda para valorarse a sí mismo de qué forma está ejerciendo la crianza. Hay que autoevaluarse a tiempo y no cuando su hijo crezca, madure y sea incorregible. Ahí veremos el daño que hicimos.