Bucaramanga
¡Papá en casa!
Hoy se celebra el día del padre y para Juan es un día especial porque es un papá poco convencional: mientras su esposa trabaja a tiempo completo fuera de la casa, él lo hace dentro de su hogar.
Y está feliz de hacerlo porque sabe que la decisión que su esposa y él tomaron fue lo mejor para su familia: sus hijos están cuidados y amados, además de tener todo lo que necesitan para vivir una vida estable y feliz.
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Sin saberlo, Juan es referente de un modelo de ser papá muy diferente al de tiempos pasados: el hombre que era solo el proveedor económico de la familia y que en contadas e importantes ocasiones imponía la disciplina, pero que poco se involucraba con el cuidado de los hijos o las labores del hogar.
Hoy, eso está cambiando.
Papá no está solo para disciplinar a veces o para asegurarse de que la familia tiene su sustento y nada más. Papá también puede acariciar, hacer los oficios, cuidar, jugar y... quedarse en casa si así lo requiere la situación familiar.
Sin embargo, no es fácil llegar a esa decisión, se requiere un espíritu dispuesto a desafiar las convenciones: y Juan lo estuvo.
Así comenzó todoJuan es un hombre trabajador: cuando conoció a su esposa y decidieron casarse, él tuvo claro que aportaría al sustento del hogar, no pensó otra cosa. Su trabajo, sin embargo, era menos estable que el de ella. Y eso también estaba claro.
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Ambos eran profesionales y, por supuesto, esperaban desarrollarse como tal en sus respectivas áreas de conocimiento. Pero la vida les tenía reservadas varias sorpresas que pondrían a prueba todas aquellas creencias acerca de lo que debía hacer un hombre y lo que debía hacer una mujer en un hogar.
Tomar la decisión de que él se quedara en casa y ella sostuviera el hogar no pasó de un momento para otro.
Su idea original era que los dos trabajarían para sostener el hogar mientras que alguien más cuidaba de los niños: para ese momento, ya tenían tres.
La carrera de la esposa de Juan fue en ascenso: pronto se convirtió en la secretaria ejecutiva de una gran compañía, mientras que él seguía luchando aquí y allá para encontrar un empleo.
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No se trató de capacidades, como en el caso de muchas mujeres que deciden quedarse en el hogar, sino de oportunidades. Y un poco de suerte. Y ésta estuvo más de parte de la esposa de Juan en esta caso.
Pronto la situación con la persona que cuidaba de los niños no dio para más: Juan y su esposa comprendieron que resultaba mucho mejor, para los niños y para ellos, que él se quedara en casa cuidándolos y atendiendo el hogar.
Y así es: él prepara el desayuno, está pendiente de que estén listos, los lleva al colegio y está pendiente de las actividades cotidianas que requiere el sostenimiento de una casa.
Pero Juan no olvidó su profesión: cuando se presenta la oportunidad de un buen proyecto, lo desarrolla equilibrando también su labor como cuidador.
Ella lo apoya y los dos se compenetran para salir adelante con su familia.La concepción de ser papá y de los roles de género está cambiando. Y los más beneficiados, son los hijos.
Papás de hoy: papás comprometidos
El psicólogo y coach Germán Suárez explica que la paternidad de hoy se vive de forma diferente debido, en gran parte, a la lucha por los derechos que han alcanzado las mujeres: “nos beneficia a todos. A ellas porque tienen la oportunidad de desarrollarse como mujeres, de elegir si quieren ser mamás o no. Y a nosotros porque nos aleja de todos esos prejuicios donde era mal visto dar y recibir amor de los hijos, cuidarlos, estar presentes en sus vidas y hasta quedarse en casa para cuidar de ellos”.
Y es aquí donde viene el gran reto: ¿es posible revertir los roles de género que tradicionalmente han vivido hombres y mujeres?
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“No es fácil, sin duda, para los hombres conscientes que comprenden que no es un falta a su hombría aceptar que su pareja tiene mejores oportunidades y que por el bienestar de los niños, y de la familia, que él se quede en casa.
Particularmente, en la sociedad santandereana estamos en un momento donde todo esto está mal visto y es criticado, pero si nos ponemos a pensar, los niños son los más beneficiados con este cambio de mentalidad que es necesario asumir: son cuidados y amados.
Algunas personas piensan que este cambio de roles puede “afectar” el desarrollo de la sexualidad de niños y niñas. ¿Tiene este temor algún fundamento?
“En absoluto. Los niños aprenden con el ejemplo y el amor los valores que hacen a un buen ser humano. Si mamá es la que se queda en el hogar o si papá es el que se encarga de su cuidado, en nada se verán afectados: por el contrario, crecerán siendo personas comprensivas, con una apertura mental que los ayudará a ser más flexibles y amorosos con la diferencia y es justamente así que vale la pena educar a los niños, en ser seres humanos que ofrezcan armonía a la humanidad y a sus familias cuando las tengan”.
La Universidad de Queensland, en Estados Unidos, encontró que entre 2005 y 2013 aumentó el número de papás que deciden quedarse en el hogar y que esto es lo que ha permitido que los jóvenes de hoy sean más incluyentes con la diferencia.