Soldados muertos en Chitagá estarían castigados por pérdida de dinero en batallón de Santander
Según la denuncia de Benilda Romero, la madre del soldado fallecido, su hijo le reveló en varias oportunidades que debido a un supuesto robo cometido en el batallón José Antonio Galán, adscrito a la Quinta Brigada del Ejército, con sede en el Socorro, los uniformados fueron trasladados como castigo al corregimiento de Presidente, donde fueron atacados mientras dormían en un improvisado campamento.
De acuerdo con la versión de la mujer, su hijo Juan David le pidió incluso ayuda para que le enviara dinero, dado que entre todos habían decidido reunir la cantidad extraviada para serle entregada a un mayor, lo que finalmente no fue necesario una vez fueron castigados con el envío a la zona rural próxima a Chitagá.
“Mi hijo me dijo varias veces que estaban castigados por la pérdida de ese dinero y por la explosión accidental de una granada”, dijo la mujer, tras denunciar también que le sorprendió el traslado del pelotón a esta agreste zona, con una histórica presencia guerrillera, debido a que cuando Juan David ingresó en Bogotá al servicio militar, en un batallón de Usme, fue informada de que su hijo no sería enviado a zonas de combate.
Con la voz entrecortada por el llamado, la mujer pidió la intervención del presidente Juan Manuel Santos para que ordene una investigación militar y se determine si se violaron las normas disciplinarias con la imposición de un castigo que pudo facilitar la acción guerrillera, dada la vulnerabilidad en que se encontraban los uniformados atacados por el Eln.
Como se sabe, el ataque contra el rústico campamento militar se produjo desde lo alto de una pendiente, a pocos metros de la carretera que une a Presidente con su cabecera municipal, Chitagá, desde donde los refuerzos demoraron más de dos horas en llegar.
La ubicación de las tiendas de campaña del pelotón fue criticada por oficiales de la Quinta Brigada, quienes subrayaron la vulnerabilidad del sitio escogido para levantar el campamento.
La madre del fallecido soldado abogó por la identificación del mayor que pudo ordenar el castigo.
Sepelio en Bogotá
Al mediodía de ayer, en el Cantón Norte, en el nororiente de Bogotá, se cumplieron las exequias del soldado Francisco Mendieta, natural de la capital del país, quien fue uno de los militares muertos en la emboscada perpetrada por el Eln el pasado miércoles cerca a Chitagá.
En esa guarnición se ofició una misa y una ceremonia de actos militares, en los que participaron familiares del uniformado asesinado al igual que miembros de la cúpula de la Fuerza Pública, encabezados por el general Sergio Mantilla, comandante del Ejército.
Tras la culminación de estos actos, salió un coche fúnebre hacia el panteón de los militares, donde reposarán los restos mortales del soldado Francisco Mendieta.
En la madrugada de este miércoles una columna guerrillera del Eln atacó a los solados adscritos al batallón José Antonio Galán y que se encontraban realizando trabajos de patrullaje y de control en zona rural próxima a Chitagá (Norte de Santander). La emboscada dejó 11 militares muertos.
El ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón expresó esta semana que el hecho “no tiene perdón en ninguna parte, pero también invita a la Fuerza Pública a seguir combatiendo estas formas de criminalidad y terrorismo. Para nadie es un secreto los golpes que se les ha dado a todas las organizaciones criminales y terroristas”.