Conductor aparentemente embriagado causó accidente en Bucaramanga y huyó
Las autoridades presumen que el vehículo particular, de placas BOY-130, al parecer omitió la señal de pare de la carrera 22. El automotor se estrelló contra el costado derecho del taxi de placas SXQ-915, que bajaba por la calle 36 con tres ocupantes.
Tras el impacto, el taxi sufrió volcamiento total y terminó sobre el separador de la calle, contra un poste de energía eléctrica y el semáforo del sector. El conductor, identificado como Gustavo Martínez, y sus dos pasajeros sufrieron lesiones leves.
“A esa hora (5:00 a.m.) los semáforos están intermitentes, y parece que el vehículo particular omitió la señal de pare. Sin embargo, el hecho es materia de investigación”, sostuvo el agente de tránsito que llegó al lugar para atender la emergencia y realizar el respectivo croquis del accidente.
Pero tal parece que la omisión de pare del conductor particular, identificado como Pedro José Álvarez Ariza, habría obedecido a un aparente estado de embriaguez, porque según testigos, el hombre tenía un fuerte olor a trago. No obstante, las autoridades tendrán que indagar esta presunción de algunos testigos.
Dos de los tres lesionados fueron trasladados a la Clínica Metropolitana para ser atendidos. El conductor del vehículo particular tenía la obligación de practicarse la prueba de alcoholemia en el mismo centro asistencial o en el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, pero presuntamente se evadió del lugar y su paradero es desconocido, informaron las autoridades.
“El conductor del vehículo estaba en el lugar, no sufrió ninguna lesión. Le manifestamos que tenía que dirigirse a la clínica o Medicina Legal para la prueba de alcoholemia, pero al tomar el taxi se fue a otro lugar y no aparece”, sostuvo uno de los agentes de tránsito que atendió el accidente.
Esta redacción se comunicó con el conductor del vehículo particular, Pedro José Álvarez Ariza, quien manifestó que “yo no me evadí del lugar, estuve ahí hasta que subieron los carros a la grúa, es más, ayudé a auxiliar a los heridos pero uno intentó agredirme. No estaba embriagado”.
Con respecto a la prueba de alcoholemia, Álvarez Ariza sostuvo que efectivamente no se la había realizado pues luego del accidente debió cumplir algunos compromisos laborales. "Yo no tengo por qué escondéremele a nadie”, finalizó.
El taxi terminó bastante afectado, mientras que el vehículo particular con unos daños leves en la defensa. Los dos vehículos fueron inmovilizados y trasladados a los patios de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga.