Cerca de 40 horas después de que una niña de 7 años de edad fuera arrastrada por una creciente cuando jugaba con otros dos menores en un caño que desemboca en el Río de Oro, en el sector de Betania y Campo Madrid, en el Norte de Bucaramanga, los organismos de socorro hallaron su cuerpo sin vida.
Pese a que hasta el último momento los familiares se aferraban a la esperanza de volverla a ver con vida, todo se desvaneció sobre las 10:40 de la mañana de ayer, cuando voluntarios de la Defensa Civil encontraron un cadáver con las características físicas de la menor desaparecida.
“Nosotros fuimos hasta el lugar con las autoridades, vecinos y amigos a buscarla. Yo tenía el presentimiento que mi sobrina había pasado la represa y así fue, fue encontrada mucho más abajo por tres voluntarios de la Defensa Civil a una orilla. Yo tenía fe de verla con vida. Le pedía a Dios que alguien la hubiera cogido y la tuviera”, relató Yenni Rivera, tía de la menor.
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De acuerdo con las autoridades, el cuerpo de la menor fue encontrado cerca de 15 kilómetros abajo del sector Bocas de Girón, hasta donde fue arrastrada por las aguas del Río de Oro. Sobre las 8:00 de la mañana de ayer, se había reanudado nuevamente la búsqueda, tras haber sido suspendida el miércoles en la noche.
El cuerpo de la occisa estaba atrapado entre unas piedras, por lo que de inmediato la Policía procedió a acordonar el lugar, mientras funcionarios de la Unidad Móvil del Laboratorio de Criminalística de la Sijín realizaban la diligencia de levantamiento del cadáver.
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Hoy se llevará a cabo la velación de la niña de 7 años en la Funeraria La Paz. La pequeña cursaba el primer año de educación primaria en la sede B del Instituto Politécnico de Bucaramanga.
“Queremos después del entierro ir al río y enviar al cielo unos globos rosados y blancos para recordarla. Ella era una niña muy alegre. Le gustaba mucho caminar, viajar y jugar”, expresó la tía.
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Siguen afectados
Vale la pena recordar que en esta misma tragedia un niño de 6 años, hermano de la víctima, fue rescatado junto con otra niña de la creciente provocada por un torrencial aguacero que azotó el área metropolitana el pasado martes.
El menor se recupera en el Hospital Universitario de Santander, HUS . En el mismo centro asistencial se encuentra la progenitora, quien sufrió una fuerte crisis nerviosa. Allegados a los afectados exigen mayor acompañamiento por parte de las autoridades.
“El niño sigue hospitalizado, no le han dado de alta porque tiene las heridas infectadas. Mi hermana está en una crisis. La verdad no se ha visto un acompañamiento psicológico por parte de las autoridades gubernamentales. El primer día estuvieron todos aquí presentes, pero luego se fueron. Los que sí nos han ayudado mucho han sido los rescatistas de la Policía (Ponalsar)”, concluyó Yenni Rivera, tía de la menor fallecida.