Santander
Cayó el presunto autor intelectual de un asesinato ocurrido en Málaga
El asesinato, que generó consternación por ser el primer caso de sicariato en la historia del municipio de Málaga, Santander, ocurrió el 17 de agosto de 2015, en la calle 24 # 11-19 del barrio Villa Andalucía, cuando Torres Plata fue baleado en la puerta de su casa. En el mismo ataque resultó herido su hijo Édgar Mauricio Torres Leal, quien para la época tenía 19 años.
“El sicario tocó varias veces la puerta y cuando le abrieron preguntó por Héctor Julio. Cuando él salió para ver quién era el tipo sacó un arma de fuego y empezó a dispararle en el pecho y la cabeza. El hijo de Héctor intentó defenderlo pero también le propinaron un tiro en el pecho”, relató en su momento un familiar de las víctimas.
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El herido fue trasladado a Bucaramanga y días después se recuperó.
Desde entonces, la Fiscalía inició una investigación en la que poco a poco se fueron esclareciendo los móviles del crimen y a su vez fueron cayendo los involucrados.
Hasta la fecha, ya han sido puestos tras las rejas cinco personas que participaron en el hecho, entre ellos cuatro sicarios. Alias ‘Gloria’, acusada de ser autora material, había sido arrestada en el 2016 pero quedó en libertad por vencimiento de términos.
El último de los capturados fue Rincón Suárez, el cual evadía el cerco de las autoridades desde hace dos años y se escondía en Bogotá.
Allí, fue arrestado el pasado miércoles por el CTI y la Sijín. Un juez le dictó medida de aseguramiento intramural.
Los móviles
De acuerdo con lo investigado por las autoridades de Santander, una hija de Héctor Julio había comenzado una relación con un joven conocido como ‘Fernando’.
Sin embargo, este hombre hacía poco habría terminado una relación sentimental con Pedro Pablo, quien no soportó que lo dejaran por una mujer.
En represalia, el despechado se asoció con alias ‘Gloria’, madre de ‘Fernando’, para enviarles amenazas a la nueva novia y a su familia, los Torres Leal, con tal de que terminara dicha relación.
Al parecer, a pesar de las amenazas, el romance continuó y los acusados contrataron a cuatro sicarios procedentes de Yopal, Casanare, a quienes les pagaron $10 millones, para atentar contra los integrantes de la familia.
“Yo llevo dos años y medio en esto, poniendo el pecho de mi familia en esto, queriendo que se hiciera justicia y todos fueran a la cárcel. La justicia ha avanzado y ya todos están en la cárcel, solamente falta la mujer. Todo ocurrió porque él (Pedro Pablo) tenía una relación con un muchacho, él lo dejó porque se enamoró de mi hermana. El muchacho no era homosexual, estaba con Pedro porque la mamá lo tenía vendido para beneficiarse económicamente. Pedro Pablo era religioso, trabajaba en la curia de Málaga y era el padrino de mis hijas”, relató Héctor Torres, otro hijo del occiso.