Santander
El calvario de una mujer que fue quemada y cortada por su pareja.
Un angustioso llamado hace una mujer de origen venezolano, identificada como Yolanda Herrera, a las autoridades judiciales, para que su caso de violencia de género no pase a engrosar las estadísticas del Instituto Nacional de Medicina Legal por feminicidio.
Óscar Andrés Gutiérrez, quien era su compañero sentimental, la quemó, la mantuvo cautiva varios meses y cuando trató de escapar la agredió brutalmente. Pese a que este hombre ya está en prisión, desde allí continúa amenazándola de muerte.
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Los hechos, de acuerdo con la víctima, se remontan a marzo de 2017, cuando la mujer de 44 años se vio obligada a dejar su profesión de docente en su ciudad natal de Valencia, estado Carabobo, para iniciar una nueva vida en Valledupar, Cesar, cantando en serenatas y discotecas.
Así las cosas, para mayo de ese mismo año fue contratada en una discoteca en San Rafael de Lebrija, en Rionegro. Allí conoció a Óscar Andrés, el propietario del establecimiento, con quien después inició una relación sentimental.
La mujer afirmó que decidió irse a vivir con el hombre al municipio de San Alberto, en el sur del Cesar. De a poco el romanticismo se fue acabando e iniciaron los insultos y maltratos.
“En diciembre comenzó con los insultos, entonces le dije que dejáramos así porque yo no iba a aguantar. En enero acabé la relación, conseguí trabajo en un billar y allá llegaba amenazante casi todos los días”, informó Yolanda.
Las agresiones
En la noche del 18 de febrero de este año, cuando la ciudadana extranjera salió de trabajar fue seguida por su expareja hasta la residencia en donde se estaba quedando.
“Apenas ingreso sacó un cuchillo y me lo puso en el cuello, después apuñalaba el colchón y hasta cogió una cuerda y hacía como si fuera a ahorcarme. En cuestión de segundos me echó alcohol y con una mechera me prendió candela, yo lo único que hice fue agacharme y taparme la cara”, relató.
El sujeto le provocó quemaduras severas en el pecho y la espalda que la tuvieron durante casi dos meses en el Hospital Universitario de Santander HUS, en Bucaramanga. Sin embargo, por temor, nunca lo denunció.
Cuando la dieron de alta, se la llevó para San Rafael de Lebrija, en donde la mantuvo encerrada varios meses en una habitación. El 25 de junio de 2018, la afectada trató de escaparse y fue agredida brutalmente.
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“Me llevaba arrastrada para dentro nuevamente, me golpeó y me cortó en la mano derecha. Menos mal una señora llamó a la Policía” , agregó.
En la reacción policial, el hombre, de 40 años, fue capturado. La Fiscalía le imputó cargos por violencia intrafamiliar y un juez en Rionegro, lo envió a prisión.
“Desde los mismos celulares de los Policías en Rionegro me enviaba mensajes y fotos, que quitara la denuncia o me mataba, que lo perdonara. Ahora desde la cárcel también me manda mensajes, hace tres días (el martes) me envió el último”, concluyó la víctima.
Ahora, la Fiscalía abrió una nueva investigación por tentativa de feminicidio, por el episodio de las quemaduras.