Floridablanca
Embolador se habría ahogado tras lanzarse al río Magdalena
Lo hizo, la corriente se lo llevó y no volvieron a saber más de él.
Era la 1:30 de la tarde de ayer, cuando el ciudadano, un embolador de entre 45 y 50 años se paró en la orilla del crecido afluente, dejó en el concreto de la escalera la caja donde guardaba los cepillos y betunes con los que lustraba zapatos a porteños y turistas en el sector, se quitó la camisa color azul y el calzado que portaba, las dejó a un lado y se tiró al gua.
La última ‘embolada’
El lustrabotas llegó al muelle la mañana de ayer, para como de costumbre dar brillo a los zapatos de las personas que se acercan para observar la majestuosidad del río Magdalena o para disfrutar de un delicioso sancocho de pescado, o un crujiente bocachico frito.
Narciso Navarro, un ‘viejo lobo de río’, cual avezado chalupero, se lo encontró y le pidió que le dejara bien “bonitos” los zapatos. Ese sería el último cliente a quien el hombre prestaría su servicio, porque después caminó hacía la orilla y se echó al agua.
“Me había embetunado los zapatos. Estaba como borracho. Yo estaba en la orilla del río, cuando él iba nadando, se iba a meter debajo de una chalupa, le dije que se abriera, lo hizo, se agarró de la embarcación. Me quedé un rato esperando a ver si pasaba, pero no pasó. No estaba ahí, se ahogó, el río se lo llevó”, manifestó triste el chalupero.
Al embolador no lo volvieron a ver, presumen que se ahogó; sin embargo, la Armada continúa la búsqueda río abajo.