BUCARAMANGA
Los detalles del crimen ocurrido en Quinta Estrella en Bucaramanga
Este viernes en la tarde, en una habitación del Hospital Universitario de Santander, HUS, se cumple con la audiencia de formulación de cargos y legalización de captura de las dos presuntas implicadas en el asesinato de Raúl Herrera Suán, de 57, ocurrido el jueves en el barrio Quinta Estrella.
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En este hecho criminal, una de las sospechosas sufrió una herida en la espalda con arma blanca. Por esta lesión tuvo que ser intervenida quirúrgicamente, mientras que a la otra mujer permanecía detenida en una estación de Policía, a la espera de ser trasladada al HUS.
Un día después del asesinato del señor Herrera Suá, se conocen más detalles de este escabroso crimen que ocurrió el jueves en una residencia del barrio Quinta Estrella, en Bucaramanga.
Las autoridades confirmaron que sobre las 4:30 de la tarde recibieron una llamada de emergencia a la línea 123 por una aparente riña en una residencia ubicada en la carrera 14w con calle 43ª. Al sitio llegaron dos uniformados.
Al no recibir respuesta en la puerta, uno de los policías decidió entrar por el techo. En su intento por ingresar a la casa, pisó una teja y se fue al piso. Cuentan algunos testigos del hecho que, en el momento de la caída del uniformado, las dos presuntas implicadas en el crimen del Raúl trataban de escapar también por el tejado.
En el piso, el uniformado vio el cuerpo inerte del Herrera, quien presenta varias heridas en diferentes partes del cuerpo.
Vanguardia.com pudo conocer que el señor Herrera era pensionado de una entidad bancaria y que la vivienda en la que ocurrió el homicidio era de su propiedad.
¿Durmiendo con el enemigo?
Las autoridades le contaron a Vanguardia.com que la rápida reacción de las autoridades permitió la captura de dos mujeres de 24 años.
Al momento del arresto, una de las ciudadanas extranjeras ya huía por el tejado, mientras que su compañera empezaba a trepar una pared, para también alcanzar el techo.
Vanguardia.com pudo conocer que las dos mujeres venezolanas convivían hace dos meses en la vivienda de Raúl Herrera. Además, se supo que Raúl Herrera era un líder de Alcohólicos Anónimos, querido entre sus vecinos y no tenía problemas con nadie.
Un testigo relató que hace algunos días en la casa de la víctima se reunió con sus dos arrendatarias y un sujeto, aún sin identificar. “Solo escuché que el vecino (Raúl) dijo no; a mí eso no me gusta. Luego se escucharon muchas groserías”.
Una de las hipótesis que las autoridades investigan sobre los móviles del crimen, hace referencia a que todo apuntaría a un hurto.