La jornada para ocho trabajadores de una distribuidora de productos de aseo y medicamentos en el barrio El Reposo, en Floridablanca, se vio bruscamente interrumpida por un par de delincuentes que decidió incumplir la cuarentena y salir a hacer de las suyas.
Se trata de alias ‘Harold’ y ‘El Pollo’, reconocidos por ser un ‘dolor de cabeza’ para las autoridades y los habitantes de ese sector.
A las 10:35 de la mañana, los sujetos se parquearon afuera del negocio, en la carrera 13 con calle 55.
Esperaron pacientes su oportunidad, hasta que llegó un empleado y abrió la puerta del establecimiento. Ambos, antes de que se cerrara, se fueron detrás y de manera violenta irrumpieron.
“Quédense quietos todos o les metemos un pepazo”, eran algunas las amenazas lanzadas por alias ‘Harold’, quien llevaba tapabocas y portaba el arma de fuego. Su cómplice, ‘El Pollo’, mostraba su rostro mientras intimidaba a los trabajadores con un cuchillo.
“Nos arrinconaron y nos metieron a la oficina... ahí nos quitaron todo. Se llevaron cuatro celulares, $4 millones, las billeteras y demás objetos personales de los empleados”, relató un administrativo de la distribuidora a Vanguardia.
Todo el accionar de estos pillos quedó registrado en las cámaras de seguridad del negocio. Aunque el afectado aseguró que activó la alarma para pedir ayuda de la Policía, ninguna patrulla llegó.
“Activé la alarma y nadie llegó, así que tan pronto ellos salieron me les fui detrás en una moto. A unas cuadras, pararon un taxi mientras los seguía”.
A la persecución se sumó una patrulla motorizada de la Policía. La presión obligó a los delincuentes a descender del taxi y continuar con el escape a pie por el barrio Villa Helena del Sur.
“Un policía los alcanzó a interceptar, por lo que tiraron unos papeles y el bolso de un empleado. Después se metieron a zona boscosa, uno agarró para un lado y el otro para otro. Se perdieron de vista”, lamentó el comerciante.
Gracias a las cintas de video en poder de los investigadores de la Policía, lograron establecer las identidades de estos sujetos. Uno de ellos tendría detención domiciliaria.
“Ya nos tomaron toda la denuncia en la Fiscalía por teléfono, los del CAI saben dónde viven; ya solo queda que tomen medidas rápidas... Están todas las pruebas, videos y demás”, concluyó la víctima.
