Modelo de Coexistencia de Minesa: Ejemplo de buenas prácticas ambientales
Por ello Leonardo Güiza Suárez, director del Observatorio Colombiano de Minería de la Universidad del Rosario (OCMI), destaca este modelo de coexistencia como un ejemplo de las buenas prácticas ambientales que debe tener la minería en el país. El experto asegura que en el país aún faltan cosas por mejorar en materia minera, pero resalta que se han incrementado los estándares para llevar a la minería a unos mejores niveles de cumplimiento no solo en lo ambiental, sino también en lo social y lo económico.
¿Qué es la minería bien hecha?
Es el conjunto de prácticas, gestiones y acciones concretas que deben llevar a cabo no solo las empresas sino las instituciones públicas, y las comunidades en procura de mejorar las condiciones ambientales, económicas sociales, culturales, que giran en torno a la actividad minera en una región o municipio en particular.
¿Están preparadas las empresas y las instituciones colombianas para hacer minería bien hecha, desde el punto de vista ambiental?
El país sí está preparado para afrontar los retos ambientales que propone la minería, aunque faltan aspectos por mejorar. Cada vez se han ido aumentado los requisitos, siendo más rigurosos en el seguimiento de esos posibles impactos que pueda llegar a tener la actividad minera, hoy en día tenemos una legislación que debe ser cumplida por las empresas y vigilada por las instituciones públicas, con el fin de tener menores impactos ambientales en las regiones.
¿Destaca usted la minería que se desarrolla en Colombia?
Colombia tiene unos estándares ambientales suficientemente altos, comparados con países como Noruega o Canadá, esto garantiza que cada día las empresas tengan un mayor control y por supuesto seguimiento y vigilancia de los proyectos mineros del país.
¿En el país cuáles son las buenas prácticas para hacer minería?
Para tener buenas prácticas mineras, yo destacaría tres aspectos: la comunicación, la inclusión y la implementación de sistemas de gestión ambiental.
En el primero, la comunicación, se garantizan diferentes aspectos como lo son: la transparencia, el flujo de información y una mayor participación de las comunidades en los proyectos.
En el segundo, la inclusión de las diferentes escalas de producción dentro del proceso minero, significa que si en el territorio donde se pretende desarrollar un proyecto minero, se encuentran actividades como minería de subsistencia, minería tradicional o pequeña minería, las empresas deben incluir dentro de sus procesos industriales a estas otras escalas de producción que llevan mayor tiempo en esas regiones desarrollando esta actividad.
Y en el tercero, las empresas deben implementar sistemas de gestión ambiental y de mejora continua, se deben hacer ajustes, planes de contingencia, que permitan mitigar los impactos ambientales que se puedan generar por la actividad minera en cada una de las regiones.
¿Destaca usted algún caso en el país que desarrolle buenas prácticas de minería?
Un buen ejemplo se está desarrollando en el departamento de Santander, en Soto Norte, la empresa Minesa quiere desarrollar un proyecto de minería aurífera implementando un modelo de coexistencia minera.
Este modelo se fundamenta en tres aspectos, el primero, el reconocimiento de la tradicionalidad minera en los municipios de California, Suratá y Vetas, allí la empresa encontró que hay minería tradicional, y de subsistencia, que llevan alrededor de 400 años en la región.
El segundo que el modelo es co-construido entre las comunidades, la administración municipal y la empresa.
Y el tercero es que con este modelo, la empresa no busca una contraprestación económica, sino que todo lo que se obtenga, estará dirigido en primer lugar a los mineros tradicionales que se vinculen al proyecto y además se establecerá un fondo, que va a nutrir un proyecto regional que permita generar una estrategia de sostenibilidad a largo plazo, por medio de alternativas de desarrollo como ecoturismo o actividades agroindustriales en la zona.
Con la implementación de este modelo se mejoran las prácticas mineras y por consiguiente los impactos ambientales sobre la cuenca y el ecosistema de la zona.
¿Qué hace el Observatorio Colombiano de Minería?
El Observatorio Colombiano de Minería es una iniciativa liderada por la Universidad del Rosario y es apoyada por instituciones públicas y privadas relacionados con el sector de la minería.
La página web del Observatorio, www.ocmi.org.co, allí las comunidades pueden tener espacios de interacción, participar por medio del chat, foros, encuestas y también encontrar información relacionada con el sector minero.