HAGASE OIR
Amigos de Cañaveral
Este es un llamado de atención como de reflexión para todos los residentes de cañaveral y su entorno para que participemos con candidatos propios del sector en los próximos comicios de octubre del 2015. Cañaveral tiene una de las votaciones más altas de Floridablanca, si los electores de este sector se unieran pueden nombrar Alcalde con unos pocos votos de otros sectores del municipio; y qué decir del Concejo, podemos llegar a tener una buena parte de concejales de Cañaveral.
La realidad de Cañaveral y su entorno en este momento es no tener ningún representante en el Concejo y menos Alcalde, todo por nuestra apatía y desinterés como también la falta de pertenencia por el sitio donde vivimos cuando hay elecciones municipales. Nosotros los residentes pagamos los impuestos prediales, valorizaciones y servicios públicos muy costosos y para que nuestros problemas del sector sean escuchados y muy pocos solucionados nos toca con una tutela, una acción popular o rogarles a las distintas administraciones municipales que han pasado por Floridablanca, todo porque no tenemos representación en el concejo.
En cañaveral puede haber candidatos no corruptos ni politiqueros con una hoja de vida transparente para representarnos en Floridablanca.
Rafael Rodríguez González
Mendigando salud
La muerte de Camila Abuabara nos hace reflexionar y concluir que no podemos seguir manejando los problemas esenciales del país con discursos maquillados y normas jurídicas que los “juristas” dicen posteriormente que “falta desarrollar” y por tanto no se aplican.
La Ley 100 convirtió el sistema de salud en un negocio que perjudicó a la mayoría de la clase trabajadora ya que hasta el Sisben que funciona como salud pre-pagada para los “más pobres” genera votos a determinados grupos políticos. Los trabajadores y pensionados si quieren una buena prestación de salud además de la obligada EPS, se afilian por necesidad a una pre-pagada, desmejorándoseles sus ingresos salariales.
Una persona para acceder a un especialista tiene que pasar mínimo por tres oficinas y agotar varios días y a veces meses porque tiene que someterse a turnos demorados porque no hay presupuesto o agenda del médico.
Problemas como el de la salud y el de la educación requieren con urgencia formar un nuevo ciudadano que entienda la política en su verdadera dimensión.
Jorge Eliécer Velásquez Reyes
Descomposición social y cárcel, un círculo vicioso
En Bucaramanga y en su Área Metropolitana se observan a diario situaciones que permiten concluir que la descomposición social que sufren muchas familias es la causa de una consecuencia inevitable, la Cárcel. He sido testigo de unas formas de vida en sitios especiales donde no se ve la presencia del Estado, donde las oportunidades escasean y en su gran mayoría las familias están afectadas por la cárcel de alguno de sus parientes. Y lo grave es que en el caso de los jóvenes, al llegar a las cárceles salvo en contadas excepciones, se meten más aún en el mundo de las drogas porque para nadie es un secreto que las cárceles no son sitios verdaderos de resocialización, sino al contrario, son sitios expeditos para el expendio y venta de drogas. ¿Qué hacer para romper éste círculo? Todos podemos y debemos hacer algo para componer socialmente al que salga de la cárcel para que no se deje sumergir nuevamente en este círculo vicioso.
Hernando Mantilla Medina
Manejo de las heces
de nuestras mascotas
Para el manejo ideal de las heces de los animales basta aplicar el sentido común y partamos del principio de que el perro es un animal doméstico por lo tanto no debemos largarlo a las calles para que las ensucie; el sofisma de distracción de que debemos recogerlas en bolsa pero está comprobado que no funciona, por lo tanto debemos enseñarle al animal hacer sus necesidades dentro del hogar donde vive en determinado sitio con absoluta seguridad de que aprende. Tampoco lo acompañemos a la calle para recogerle; es otro mal procedimiento porque tampoco ha funcionado por dos razones: pereza y asco de nosotros mismos hacia los excrementos de nuestra mascota
Fabio A. Ribero Uribe