Todos contra el derroche
Sinceramente creo que no habíamos terminado de sorprendernos por la forma en que los colombianos derrochamos agua y luz cuando el Departamento Nacional de Planeacion nos vuelve a llamar la atención con cifras en la mano sobre la cantidad de comida que estamos botando cada año en todos los hogares.
Aunque parezca extraño, la imagen que proyectamos ante los ojos de la comunidad internacional en ningún caso es de derroche de nuestros recursos por abundantes que sean; por el contrario, es más bien de permanente necesidad y ayuda para resolver nuestros problemas más apremiantes, incluyendo el del hambre en algunas regiones del país.
Como a las autoridades es mejor creerles que ignorarlas, me uno a las campañas que se vienen haciendo para evitar toda forma de desperdicio. La experiencia que me han dado los años me permite afirmar que todos los desperdicios más temprano que tarde nos obligan a lamentarnos por lo que se ha perdido. Reconozco que vivimos en un país generoso en todos los sentidos, que de alguna manera tiene algún parecido con la tierra prometida porque no adolece de nada, antes bien, tiene tanto que siempre ha despertado la codicia de los más inescrupulosos hasta llevarnos a niveles de corrupción que avergüenzan.
Es posible que sin saberlo estuviéramos derrochando muchas cosas indispensables para la vida como la comida y el agua, razón por la cual me parecen urgentes estas campañas ahora que nos estamos dando cuenta del peligro que corremos si no le ponemos algún correctivo a este estilo de vida completamente desconocido del comportamiento nacional. La palabra derroche la siento como un vocablo relativamente nuevo entre nosotros, que hizo carrera con el enriquecimiento desmedido y rápido de los carteles de la droga, que regaron por todo el país un sentimiento nuevo basado en el consumo desmedido y el derroche de todo lo que se puede adquirir por capricho y dinero. Aspiro como colombiano a que pronto volvamos a caminar por el camino de la austeridad que tanto nos recalcan los maestros del saber como sinónimo de sabiduría y felicidad presente y futura. Felices pascuas para todos mis lectores.