Ancho y profundo
“Para solucionar este problema debe leer una novela de Agatha Christie”, nos dijo el profesor a un grupo de sorprendidos estudiantes de Economía que no salíamos del estupor de pensar que un complejo tema de macroeconomía, comercio exterior y finanzas públicas tuviera como solución leer una novela de una escritora inglesa conocida por sus libros de género policial y tramas detectivescos. Además, lejos estaba Hércules Poirot, el célebre protagonista de sus novelas, de poder representar ni de cerca a un experto en temas económicos.
Juicioso le hice la intentona y empecé a leer una de sus múltiples novelas con la expectativa de encontrar el párrafo mágico que desentrañara el ovillo. Pero nada que veía. Por fortuna sus novelas son relativamente cortas así que me le medí a otra con la esperanza de encontrar allí la solución.
No soy muy hincha del género policial, pero descubrí que la magia de los libros de Christie estriba en que todos los personajes tienen que ver con “el muerto”. Todos por alguna u otra razón tienen motivaciones para ser el asesino. Christie nos pone a hacer de detective Hercules Poirot analizando el complejo entramado de las relaciones entre los protagonistas.
La invitación que nos hacía el profesor era el de entender que los problemas tienen tanto de ancho como de profundo, que la solución más evidente casi nunca lo es y que debemos escudriñar con cuidado el rol de cada protagonista. Esto requiere paciencia y “tener mente abierta” para no sucumbir a la tentación de los prejuicios o ideas pre-concebidas. También requiere cierto grado de tolerancia para tener la capacidad de escuchar a la contraparte y filtrar con los ojos del otro la razón de sus motivaciones.
No nos fue muy bien en la asignación que nos dejó el profesor ya que todos estábamos esforzándonos en encontrar la solución en el árbol y él nos estaba pidiendo que miráramos al bosque; que ampliáramos nuestra perspectiva; que investigáramos tanto lo ancho como lo profundo.
Esta semana los negociadores de La Habana decidieron dar a conocer el texto de los acuerdos a que se ha llegado en los primeros puntos de la negociación. Esto nos invita a leerlos y a investigarlos como el buen detective de las novelas de Christie. En esto de la paz no podemos renunciar a la reflexión ancha y profunda.