En memoria de Ernesto Suescún Villalobos
Con motivo de la aparición del libro ‘La Salud en Bucaramanga’, hemos vuelto a recordar muchos amigos que se fueron a la eternidad pero que siguen vigentes entre nosotros.
Es el caso de Ernesto Suescún Villalobos; bumangués, nacido el 11 de octubre de 1931 en el hogar de Ernesto Suescún Solano y Cecilia Villalobos Serpa. Hijo único, estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá y se especializó en Ortopedia y Traumatología en el famoso Massachusetts General Hospital, en la ciudad norteamericana de Boston; de grata recordación para quienes tuvimos la suerte de recibir sus servicios.
Fue epidemiólogo del Departamento de Santander, fundador del Centro de Ortopedia y Rehabilitación; director del único hospital de la época el San Juan de Dios; fundador de la Clínica Santa Teresa, hoy desaparecida, y de la clínica de Traumatología.
En la Clínica Comuneros fue jefe del Servicio de Urgencias. Profesor de Ortopedia de la Facultad de Medicina de la Universidad Industrial de Santander. Estuvo vinculado de cuerpo y alma, además del San Juan de Dios, al Universitario Ramón González Valencia.
Desde su fundación fue miembro activo del conocido Club Kiwanis de Bucaramanga, donde tuvo la oportunidad de acompañar al coro de la Universidad Industrial de Santander, dirigido por el maestro Gustavo Gómez Ardila, a la ciudad hermana de la nuestra en los Estados Unidos, Winston Salem.
Ernesto dejó un legado envidiable, su culta esposa Luz Stella Sáenz y sus queridísimos hijos: María Cecilia, Silvia Juliana, Clara Stella, Laura Victoria, Natalia y Ernesto son orgullo y ejemplo para nuestra sociedad.
Ellos han sabido llevar en alto sus apellidos que siempre han dado lustre a la comarca santandereana.
Ernesto se marchó para siempre el 12 de noviembre del 2002. Su recuerdo perdura y se venera en el hogar que fundó con amor y dedicación. Una flor en su tumba, morada del descanso eterno.