Bolívar en la villa de Bucaramanga
En una de las últimas sesiones administrativas de la Academia de Historia de Santander, el Académico Manuel Enrique Rey Sanmiguel hizo entrega de copias del libro de Roberto Harker Valdivieso, relacionado con la estadía de ‘El Libertador’ en nuestra ciudad.
Es un compendio de cartas escritas por el Padre de la Patria a diferentes personalidades de la época. Una reflexión oportuna, porque lamentablemente los bumangueses no apreciamos el inmueble que albergó a uno de los hombres más importantes de nuestra América.
En la edición mencionada, explica las diferentes salas de la casa, su contenido y la descripción de cada uno de los objetos que allí se exhiben. En el libro, escrito hace más de cuatro décadas, no menciona los textiles Guane; colección que solo tiene dos décadas de instalada. Antaño, un guía especializado, mostraba juiciosamente las reliquias que allí se conservan, con la explicación de su importancia histórica.
Hace unos años, un padre de familia llegó hasta el venerado lugar en compañía de su familia. Nos llegó al alma cuando nos mostró su carnet de socio de la Academia de Historia, expedido cuando tenía la edad de sus hijos, época en que visitó la casa por primera vez.
Hace años, en las visitas guiadas a los niños, se hacían concursos, se expedían diplomas y se incentivaba a la juventud en el campo de nuestra historia patria.
Recientemente, el Académico Humberto Ortega Moreno hizo una convocatoria para dar a conocer su trabajo sobre lo que debe ser la enseñanza de la historia en los colegios. Fue una velada que nos recordó los viejos tiempos de la Academia. Había discusión de temas, controversias, presentación de libros, trabajos y estudios de pasajes añejos.
La reverencia y respeto por nuestros inmuebles se ha perdido. Las nuevas tendencias acaban con el pasado y las generaciones actuales ignorarán la historia y no se preocupan por lo que fueron sus antepasados.